Los jóvenes cubanos denunciaron los actos manipuladores. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:38 pm
Bien se sabía que el canje imperial iniciado el pasado 17 de diciembre de 2014 trocaba el garrote en zanahoria. Y estos casi dos años de restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos han demostrado que las alertas no pueden apagarse nunca ante intenciones solapadas por acercamientos de doble filo.
Bajo nuestros principios: todo; con irrespetos y juegos sucios: ni un tantico así. Ese suena como el lema de estos días entre la juventud cubana, luego de que se pusieran al descubierto las becas ofrecidas nuevamente este verano (como aconteció en 2015) a jóvenes estudiantes de este país con el propósito de formarlos como líderes en cursos estivales en la nación estadounidense, para luego introducirlos en Cuba con el fin de desestabilizar el orden social y político de esta nación.
¿Un promotor? La organización «no gubernamental» World Learning, encargada de ofrecer «oportunidades de aprendizaje» a la juventud de otros países para inculcarles los valores de esa sociedad e influir política e ideológicamente en ellos. ¿Otro patrocinador? La Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) de Estados Unidos, cuya historia de agresión fría contra el pueblo cubano ya consta de varios capítulos y parece que pretende seguir escribiendo su novela interminable. ¿Detrás de todo? Los programas para el cambio de régimen en la Mayor de las Antillas, que no cesan, aunque la voluntad expresada por ambas partes sea la normalización de las relaciones oficiales.
¿La respuesta? Durante varias jornadas ha estado retumbando en disímiles centros de estudio de las federaciones de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y la Estudiantil Universitaria (FEU), en las voces de miles de jóvenes alumnos, que no aceptan ni aceptarán negociar con los valores que les ha inculcado la historia cubana. Y así seguirá ocurriendo durante estos días, como reafirmó a Juventud Rebelde Suzanne Santiesteban Puertas, presidenta de la FEEM, al asegurar que se han previsto en todo el país más de 460 denuncias estudiantiles ante estas nuevas artimañas para desestabilizar a la Revolución.
Firmas jóvenes por amor
Si es que en 950 firmas cabe todo el amor de unos jóvenes por Cuba, el alumnado del habanero instituto preuniversitario urbano (IPU) Manolito Aguiar, en Marianao, estampó las suyas este sábado para sumarse a las denuncias estudiantiles a la subversión estadounidense que por estos días se levantan en todo el país.
El imperialismo yanqui no podrá ofrecernos más de lo que la Revolución Cubana nos ha proporcionado en 58 años. Esta idea de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) encabezaba un mural, en el cual los alumnos plasmaron su respaldo a esta voz colectiva que enfrenta cualquier máscara falsa presentada en nombre del bien.
Esa ha sido la estrategia empleada por el Gobierno de Estados Unidos cuando, en voz de organizaciones como World Learning —representando también intereses ocultos de entidades como la Usaid, de claras intenciones desestabilizadoras ante el orden político y social cubano—, ha ofrecido becas de formación a la juventud de esta Isla.
Así lo reflejó Armando Echenique, presidente de la FEEM en el colectivo capitalino, quien dialogó con el alumnado de su centro sobre estos planes y evidenció que Cuba no se opone al intercambio estudiantil, pero siempre y cuando sea mediante nuestra institucionalidad y con respeto a los principios socialistas defendidos durante más de medio siglo.
No necesitamos que se formen líderes en ningún lugar del mundo; los jóvenes guías cubanos se forman solos, gracias a la sociedad en la que viven, defendió Echenique, y evocó la certeza del líder de la Revolución, Fidel Castro, de que el pueblo y la juventud cubanos vencerán y saldrán adelante siempre.
Luego de que un coro de la escuela cantara Cuba, qué linda es Cuba, Yailin Orta Rivera, directora de Juventud Rebelde, ilustró a los estudiantes sobre el funcionamiento de planes subversivos como el de estas becas desarrolladas durante dos veranos consecutivos, y en los que Estados Unidos ha invertido cifras millonarias con el propósito de acabar con el proyecto social cubano.
Les explicó, además, que una de las trampas está en que se hace a espaldas de la nación y la institucionalidad cubanas, y que las becas tienen como ejercicio final, que se llevan a casa los jóvenes, establecer en el país un proyecto que atente contra la Revolución.
Aunque lo hemos reflejado en los medios de comunicación, no hemos querido quedarnos ahí, y por eso estamos hoy aquí para conversar cara a cara, explicó la joven Directora. «Estoy segura de que defenderán todos los valores que les han enseñado en esta escuela», afirmó.
Denisse Pérez Mederos, estudiante de 12mo. grado, afirmó que deben ser los jóvenes los que trabajen por el futuro de Cuba. Estamos de acuerdo con las relaciones entre ambos países, pero no con que cambien el orden de nuestro sistema justo e igualitario. Solo la libertad hace posible la paz y la riqueza, enfatizó.
Otros miembros de la Feem dejaron claro su punto de vista y convicción de marchar al lado del país ante cualquier intento de desestabilización. Y para quienes no se expresaron en público, ahí estaba el famoso mural que idearon en el IPU Manolito Aguiar, en el que las firmas hablaron por sí solas sobre el amor de la juventud cubana por la nación que les hace libres.
¿Una beca para (de)formar?
¿Qué aprenderían los jóvenes cubanos que asistieran a la convocatoria de la World Learning? Pues, según evidencia el sitio de la organización, sabrían cómo desarrollar habilidades para hablar en público, trabajar en equipo, negociar, fomentar consenso, resolver conflictos, defender los derechos propios y solucionar problemas. ¿Se huele de lejos el carácter cínico de este programa de formación?
«Nuestros programas ayudan a la próxima generación de líderes mundiales para obtener un mayor sentido de responsabilidad ciudadana, establecer relaciones a través de líneas étnicas, religiosas y nacionales, y desarrollar las habilidades y conocimientos para transformar sus comunidades y países», reafirma la página oficial de la World Learning. ¿Algún tufillo raro?
Tal vez estos párrafos que forman parte de la «atractiva» convocatoria pudieran parecer completamente incoloros, inodoros e insípidos (como nos enseñaron que era el agua, pero menos pura). Sin embargo, son perfectos para ilustrarnos el valor de la World Learning (cuyo significado en español hace referencia al conocimiento mundial, lo que hay que saber del universo o cualquier otro giro lingüístico que se le pueda dar).
Esto hay que entender del mundo nuevo (viejo hace varios siglos): casi nada es como se pinta. Y el mayor secreto para engañar es apropiarse de los valores universales y dotarlos de significados pervertidos según el interés de quien lleva la voz cantante (o sea, el dinero, en este caso).
Y como casi nada hay más legítimo que la denuncia de un tercero no involucrado, sépase lo que refiere el sitio www.topsecretwriters.com sobre World Learning: «No es nada más que una fábrica de propaganda de la CIA que se utiliza para que el Gobierno Federal pueda lograr sus objetivos políticos generales en suelo extranjero». Sobran los razonamientos, ¿no?