Garantes y participantes del proceso de paz. De izquierda a derecha: Iván Márquez, jefe de la delegación guerrillera; Dag Nylander, garante noruego; Rodolfo Benítez, garante cubano; Humberto de la Calle, jefe de la delegación gubernamental. Autor: Yander Zamora Publicado: 21/09/2017 | 05:50 pm
Hemos ganado la más hermosa de todas las batallas: la de la paz de Colombia», señaló el Comandante Iván Márquez, jefe de la delegación negociadora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), en el discurso a nombre de la organización guerrillera, en ocasión de la firma del Acuerdo final con el Gobierno de ese país para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
Hemos alcanzado «en La Habana, Cuba, el acuerdo de paz más anhelado de Colombia», indicó el dirigente guerrillero, quien concluyó su intervención, a nombre de la FARC-EP, con un «profundo agradecimiento al Gobierno liderado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz y al pueblo de Cuba».
«Gratitud eterna al pueblo de Martí», explicitó. Junto a Cuba, Márquez agradeció al gobierno de Noruega. Ambos países sirvieron de garantes en unas pláticas que se extendieron por casi cuatro años y que ponen fin a un conflicto armado de más de medio siglo que dejó un saldo superior a los 200 mil muertos, millones de desplazados y miles de desaparecidos.
El Comandante Guerrillero también reconoció a Venezuela y Chile, que trabajaron como países acompañantes durante las negociaciones. Especialmente agradeció al presidente bolivariano Nicolás Maduro, «por continuar la obra que le encomendara el Comandante Hugo Chávez».
El acuerdo de paz, rubricado este miércoles por representantes del Gobierno de la República y las FARC-EP, «tendrá que ser norma pétrea que garantice el futuro de dignidad para todos y todas» las colombianas, señaló el Comandante Iván Márquez.
«Termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas», reflexionó al indicar que este acto, los diálogos y el acuerdo conseguido, sientan las bases para la paz y la convivencia» en esa nación andina. «El acuerdo de paz no es punto de llegada sino punto de partida», alertó.