Eduardo, Lisván, Lisandra, Yosdany y Omar (de izquierda a derecha) buscan en cada encuentro alternativas para mejorar los servicios bancarios. Autor: Lisandra Gómez Guerra Publicado: 21/09/2017 | 06:32 pm
SANCTI SPÍRITUS.— Detrás de las interminables operaciones aritméticas, de la confección de tarjetas magnéticas y de grandes fajos de billetes, se vislumbra el empuje de un grupo de jóvenes, quienes junto a los más experimentados han logrado que el Banco Popular de Ahorro (BPA) en esta provincia se haya «colado» en el pueblo.
Lo dicen los números, al haber crecido la cantidad de cuentas bancarias y las solicitudes de préstamos. Lo confirman también quienes diariamente apuestan por elevar la calidad de los servicios de las sucursales y dependencias en la provincia.
«Ya no es el banco de la familia cubana, sino de las empresas, de cada una de las personas, porque nos hemos diversificado y multiplicado. Y esos logros no solo benefician a quienes llegan hasta nuestras instituciones, sino a la comunidad bancaria, porque al tener utilidades ganan nuestros trabajadores», sentencia Lisván Solano Velázquez, joven auditor, con siete años de experiencia en la dirección provincial del BPA espirituano.
Cuenta a cuenta
Los cerca de 30 jóvenes de la institución quieren mantener al territorio entre los tres primeros del país con más ahorro. De acuerdo con el ingeniero informático Eduardo Cubilla Jiménez, trabajador en la Dirección Provincial del BPA espirituano, desde hace cuatro años la máxima de quienes visten el uniforme de la entidad es poseer toda la información necesaria para representar dignamente al BPA y aclarar cualquier duda a los clientes, incluso hasta fuera del horario laboral.
Años atrás, agrega, la población desconocía las potencialidades que ofrecía el banco, y gracias a las acciones del Departamento de Comunicación y a nuestro quehacer, hoy nos distinguimos a nivel de país entre las provincias en las que mayor número de personas depositan su dinero en nuestras sucursales.
Otros números corroboran el buen andar, pues aquí se mantienen vigentes alrededor de 127 000 créditos por un monto superior a los 385 millones de pesos. Y en esa cifra sobresalen los trabajadores por cuenta propia, con una mayor presencia que en igual período del 2015.
No obstante, aún queda mucho por hacer, según Lisandra Aguiar Guerra, especialista de la subdirección financiera de la Dirección Provincial del BPA, quien reconoce que todavía deben reforzar el trabajo para reducir los plazos de aprobación y entrega de los créditos, así como disminuir el número de documentos para realizar algunas acciones y evitar que las planillas tengan errores.
Descuadres
Aunque mucho ha ganado el BPA espirituano, aún sus servicios no resultan tan ágiles como la vida contemporánea lo exige. Morosidad en los sistemas, largas colas en sus sucursales, sobre todo en los días de pago a los jubilados, y trámites reiterativos impiden acercarse a la excelencia.
La tecnología muchas veces traiciona. Bien lo sabe Cubilla Jiménez, a quien poco se le ve en su oficina debido al llamado de que una PC «expira» en plena faena laboral.
«Los informáticos nos debemos a una oficina central y a veces el software no es el más moderno, porque no se tiene su permiso por políticas del bloqueo, y eso hace que sea un poco más lento todo el sistema», dice.
Explica que la falta de inversiones en equipamiento ha incidido también en esa realidad, porque aunque se han adquirido varios medios nuevos, se continúan aprovechando las máquinas con mayor uso en las sucursales y dependencias, que se han habilitado para expandir los servicios por los diferentes puntos de la geografía espirituana.
Pero aclara Omar Lázaro Ramírez Díaz, auditor, que cada informático en la entidad tiene diseñada una estrategia de trabajo para garantizar las condiciones óptimas de los sistemas, a fin de evitar serias afectaciones a los servicios.
Para que cada vez asista a las instituciones bancarias un menor número de personas, alerta el jovencito, egresado de la enseñanza técnica y estudiante universitario por el curso de trabajadores, se exhorta a los clientes para que utilicen las tarjetas magnéticas, incluso entre los jubilados, quienes han acogido con gran aceptación esa opción, aclara.
Parecerse a sí mismos
Y esa búsqueda constante de alternativas para revertir esas fisuras del sistema bancario, no solo espirituano, sino del resto del país, se mantiene como tópico constante de la agenda de trabajo del comité de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), en la Dirección Provincial del BPA.
«Apostamos por una organización parecida a cada uno de sus miembros, que ya no somos los mismos del pre o la Universidad. Exigimos que nuestras acciones no se conviertan en solo una reunión monótona o cotizar. Por ello salimos del perímetro de nuestra edificación e involucramos en las actividades al universo juvenil y al resto de los trabajadores», expresa Eduardo Cubilla Jiménez, quien recibió recientemente de manos de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, la Bandera de Honor de la UJC otorgada a su colectivo.
Para Lisván Solano Vázquez tal mérito se debe a que se han logrado imbricar con las entidades más cercanas, al protagonizar mensualmente una acción de impacto, ya sea de carácter recreativo o productivo.
Omar Lázaro Ramírez no olvida las múltiples actividades realizadas de conjunto con el círculo infantil Mambisitos de Baraguá, de la urbe del Yayabo, y las reuniones alrededor de la maqueta de la ciudad y en el recinto ferial Delio Luna Echemendía, donde conocieron de cerca las raíces espirituanas.
Sin embargo, considera que aún precisan involucrarse mucho más con otras personas que laboran en las sucursales bancarias. Esa fusión tendrá positivos resultados.
Experiencias como estas disfruta Yosdany Perdigón, quien no es militante de la UJC y forma parte casi permanente de la mayoría de las actividades del comité de base.
«Somos personas con los mismos intereses; todos queremos que el BPA siga obteniendo resultados favorables, gracias al esfuerzo y apoyo de su juventud», concluyó.