Para evitar desabastecimiento ante la rebaja de precios, los mercados fueron surtidos. Autor: Yoerky Sánchez Cuéllar Publicado: 21/09/2017 | 06:31 pm
«Hace unos días, en esta tienda compré algunos muslos de pollo y me costaron cuatro CUC. Con la rebaja de ahora, por la misma cantidad, pagué tres CUC. Es decir, 25 CUP menos, un alivio para alguien como yo, ya jubilado», expresa Eradio Ramos Flores, de 74 años, a la entrada del mercado La primera de Prado, perteneciente a la compañía Habaguanex.
Eradio es uno de los muchos cubanos y cubanas que al conocer la noticia de la disminución de precios de los productos de primera necesidad acudió de inmediato a la shopping. La medida, que expresa una voluntad del Estado, está encaminada a incrementar gradualmente la capacidad de compra del peso cubano. Sobre este asunto fueron varias las opiniones que encontró Juventud Rebelde en su recorrido por distintos establecimientos del país. La mayoría de los entrevistados coincidieron en que la decisión resulta muy positiva.
«Me parece lo mejor que pudo hacerse. Y el hecho de que se haya adoptado horas después del 7mo. Congreso de Partido corrobora una vez más que el Partido tiene los oídos pegados a la tierra y está preocupado por los problemas de nuestro pueblo», enfatiza Eradio.
En La Primera de Prado, César Regueiro y su esposa Yolanda Pedroso también comentaban sobre las posibilidades que se abren con los nuevos precios, sobre todo para los sectores de escasos ingresos. Por ejemplo, las rebajas en el aceite y en el refresco Piñata tienen un impacto directo en el hogar, pues son muy demandados, opina Yolanda, mientras César desea que la oferta se mantenga de modo estable y que no sea solo durante los inicios de la aplicación de la medida.
De igual forma, Carlos Tío Franco y su compañera Maricel Galindo reconocen que son decisiones muy oportunas. «Las cosas hay que ir haciéndolas poco a poco. Solo así podemos prosperar», comenta Carlos, mientras Maricel sonríe y se encamina a casa con su pequeña en brazos.
Otra jubilada, Marlene Estrada, brinda su criterio a JR. Lleva en sus manos bolsas de plástico con mantequilla, picadillo de res y espagueti. «Me enteré de la rebaja por el Noticiero de Televisión y vine a hacer las compras. Espero que en la medida en que seamos capaces de aportar más, sigan bajando los productos y puedan estar con más facilidad al alcance de todos».
Yamilé Solar Ramos, quien recibe un salario básico de 345 CUP, considera que es una decisión muy justa, y «al igual que se hizo con la wifi y la tarifa de los celulares, seguirán disminuyendo los precios, pero sabemos que ello no puede salir de la nada, hay que impulsarlo con más trabajo y producción». También opina que se debe evitar que los revendedores hagan de las suyas y afecten a los de menos ingresos.
Según Miguel Milera Lavado, gerente de Tiendas y Comercio de Habaguanex, en los 24 mercados con que cuenta la compañía, se adoptaron medidas para garantizar que la aplicación de la medida ocurriera sin dificultad. «Comprobamos in situ que los precios están a la vista de los clientes. Indicamos que la página del periódico en la que aparece el listado se colocara en cada unidad para el que no lo haya leído lo pueda ver y aclarar así cualquier duda. En las últimas semanas los trabajadores de cada unidad se prepararon para este momento y todo ha transcurrido sin dificultad. Previmos, además, que no ocurriese ningún bache en las ventas por falta de capacidad de frío. Y se respira un buen ambiente, de normalidad, de tranquilidad y satisfacción, en los lugares que hemos visitado».
Garantizar la oferta
La rebaja de precios de algunos productos en la red de tiendas recaudadoras de divisas y en las que pertenecen al mercado paralelo del Mincín en Pinar del Río, provocó que no pocas personas salieran la mañana del viernes de sus casas con el fin de adquirir productos a costos inferiores a los hasta ahora vigentes.
Para las personas entrevistadas, lo más significativo fue la disponibilidad de pollo y los nuevos precios para las bolsas y pomos de aceite.
Al respecto, la joven Anisley Téllez García apuntó que la cola ha estado organizada y el pollo bien congelado. Se contó con la presencia de inspectores que garantizaron una venta correcta. «Compré dos kilos y medio de piezas de muslo y contramuslo que costaron casi cien CUP. Los vendedores tenían buena presencia, el local estaba limpio y me despacharon bien. Para mí, que soy una mujer embarazada, la rebaja de precios de los alimentos es de suma importancia, pues así puedo mantener una adecuada alimentación, aunque por supuesto esta no es la solución a todos los problemas. Hace falta que se mantengan los productos en las tiendas y que revisen los precios de las salchichas y los huevos, que tan demandados son por la población y no los vi en el listado de los que fueron rebajados», comentó.
Por su parte, la señora Marta Rodríguez Martínez acotó que le parece muy buena esta medida de rebajar los precios no solo de alimentos importantes como el pollo, los picadillos y el aceite, sino también de los dulces y aquellos que clasifican como «chucherías» para los niños: «Es muy triste llevar a tu nieta de la mano y que te falten cinco o diez centavos para comprar una galletica o un chocolate. Ahora con los nuevos precios estos productos son más asequibles al bolsillo del cubano trabajador. Hoy la gente ha estado muy contenta. En la cola las personas se han manifestado a favor de la medida y con muy buena opinión, pero es necesario que no se pierdan los alimentos después, que se mantenga la oferta, porque de lo contrario no resolvemos nada», agregó.
Sobre este mismo tema Odenia Arencibia Lema expresó que aunque no lo parezca, la rebaja de unos centavos en CUC le ahorra unos cinco o diez pesos, en dependencia del producto que vaya a adquirir, aunque la disminución de los precios es más significativa en ofertas como las de las cajas de pollo de distintos kilogramos, que no es de los productos que compran la mayoría de las personas, sino quienes abastecen paladares y cafeterías de comida rápida.
«La medida es muy buena —precisó—, pero hay que velar porque no dé paso al acaparamiento, porque entonces estarán los productos rebajados, pero no los veremos en las tiendas y como otras veces los tendrán los revendedores».
De libros y c
Sancti Spíritus también amaneció diferente este viernes. El bulevar del municipio cabecera no solo tuvo el ajetreo que ha amenizado las jornadas de la 25 Feria Internacional del Libro. A la par de las compras de los textos, los espirituanos buscaron en las tiendas recaudadoras de divisa y mercados los productos que se expenden rebajados, según el nuevo listado aprobado por el Ministerio de Finanzas y Precios.
Y como todo lo nuevo genera curiosidad, en las primeras horas del día algunos de los puntos de venta abrieron con un gran número de personas, quienes llevaron a casa bastante, ya que además de aprovechar temen porque no exista un abastecimiento que respalde la demanda.
Así lo aseguró la joven espirituana Yanela Pérez, quien pagó cinco CUC en pollo, alimento esencial de la dieta alimenticia de su pequeño Mauro.
«Me preocupa mucho que los revendedores se lo lleven todo. Estamos acostumbrados a que cuando se rebaja ocurra eso y no siempre existe un respaldo en las tiendas», aseguró.
A su lado, otra joven madre, Yerisleidy del Sauzal, intervino en el diálogo, contenta de que por fin alimentos como las confituras y otros productos necesarios como el aceite hayan disminuido sus precios.
«Todavía hay que seguir bajando los precios, pero para ello tenemos que aumentar la producción porque no hay economía que resista rebajas sin un respaldo», dijo.
Unos metros más alejados en el mercado El Convenio, de la ciudad del Yayabo, Gladys Quesada, recién graduada en Filología, observaba con detenimiento la lista de los nuevos precios y la cola que aguardaba por comprar las cajas de pollo, llegadas desde los almacenes.
«Mientras persistan salarios bajos o se pague como hasta ahora las jubilaciones será imposible que estas medidas tengan un mayor impacto. Pero hay que empezar por algo, así espero que poco a poco puedan seguir bajando», expresó.
De acuerdo con la espirituana Katia García, quien este viernes alternó las jabas de las compras entre libros y arroz, la nueva lista de precios llegó para bien de todos, porque la disminución de centavos en divisa significa un descuento en moneda nacional y todo lo que sea rebaja equivale a reducir gastos.
En Cienfuegos, tras la noticia de la rebaja de precios en algunos productos, la gente aprovechó para comprar cárnicos y aceite, fundamentalmente.
Juan Alberto Suárez, jefe de brigada del mercado La Nueva Isla, dijo que desde la mañana se llenó la tienda. «No estábamos preparados para la cantidad de personas que vinieron a buscar alimentos. El picadillo de pavo se agotó rápidamente, aunque todavía nos quedan otros cárnicos y aceite», expresó.
A ello también se refirió María Esther Mejías Gómez, quien destacó la necesidad de mantener el abastecimiento de productos en las tiendas. «Hoy la gente se llevaba los productos por grandes cantidades porque piensan que se van a acabar. Entonces acaparan y queda poco para los demás», recalcó.
Buena parte de los entrevistados aseguraron que cuando conocieron la noticia por la televisión se alegraron de que muchos productos sean más asequibles.
«Lo único que compré fue pollo, pero ahora pude llevar más y me parecen aceptables los nuevos precios», comentó Lidia Sánchez.
Varias personas también llevaban otros «menos necesarios» y con gran aceptación, como el paquete de cereal de maíz, por solo 0,65 CUC.
En sentido general, los entrevistados por Juventud Rebelde agradecen la decisión adoptada y consideran que según las posibilidades del país podrán seguirse aplicando medidas como las anunciadas por el Ministerio de Finanzas y Precios, a pocos días de concluir el 7mo. Congreso del Partido.