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Ojos que no duermen, ¡y vigilan!

El Centro de Dirección Ministerial de Salud Pública es el encargado de mantener estricta vigilancia en Cuba y de estar al tanto de lo que acontece en esa materia en el mundo

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

La vigilancia en Salud Pública en nuestro país y a nivel internacional es la misión fundamental de quienes laboran en el Centro de Dirección Ministerial (CDM) de Salud Pública, fundado como tal en febrero de 2015, y que funciona además como un equipo temporal de trabajo en apoyo al grupo central que preside el propio organismo para la conducción del Programa nacional de enfrentamiento al mosquito del género Aedes y las enfermedades de las que es agente transmisor.

Un total de 23 trabajadores dedican sus jornadas al funcionamiento de nuestro sistema de salud y a la situación de la salud en otras latitudes, desde sus saberes como especialistas en Higiene y Epidemiología, salubristas, bioestadísticos, geógrafos, informáticos, especialistas en comunicación y otros.

El director del centro, doctor Lorenzo Somarribas López, especialista en Salud Pública, refiere que el trabajo es de 24 horas, con partes informativos diarios y semanales. «Nada de lo que suceda en materia de salud y en nuestras instalaciones en el país queda fuera de nuestro alcance, y los sucesos a nivel internacional que puedan o no incidir en el contexto cubano también deben ser monitoreados por nuestro personal».

Si de historia se trata, no podemos ser injustos, advierte Somarribas López. «El sistema de vigilancia en Salud Pública no es nuevo, solo que ahora tenemos una organización diferente. Recordemos los programas de vigilancia décadas atrás a determinadas enfermedades que aparecían en nuestro territorio como las diarreas y la poliomielitis, entre otras, que fueron eliminadas paulatinamente. Ahora somos un centro con todo lo que conlleva la denominación, pero surgimos como un grupo temporal de trabajo en 2014, cuando Cuba se vio amenazada ante la posible introducción al país del virus del ébola, declarado una emergencia sanitaria internacional».

Ese grupo temporal de trabajo mantenía una vigilancia estricta sobre la reproducción y expansión del virus del Ébola, y se mantiene como una tarea en el cronograma de trabajo, precisó el doctor. «Perfeccionamos nuestro actuar en el seguimiento al plan diseñado para evitar la epidemia en el país, y por ello surgió la necesidad de concebir el centro con todas las condiciones imprescindibles para el desarrollo de nuestra actividad y con todas las responsabilidades que ello implica».

Somarribas López puntualiza que el CDM recibe apoyo constante del personal del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, el Instituto Nacional de Salud del Trabajo y la Escuela de Salud Pública, entre otras instalaciones y centros de investigación.

Por todas las vías posibles, como la telefónica, los sistemas de reportes estadísticos y el correo electrónico, con el privilegio que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, el CDM mantiene la confidencialidad de la información, la cual es recibida además por sus homólogos en provincias, adscritos a las direcciones provinciales de salud, y la tributa a los niveles superiores.

«A diario reportamos los casos de muerte materna e infantil, si los hubiera, y sus causas; el comportamiento de las enfermedades transmisibles, las diarreicas agudas, los brotes de intoxicaciones y las infecciones respiratorias agudas. Incluimos además la vigilancia de recursos y servicios de salud, y reflejamos incidencias de todo tipo como pueden ser asaltos o robos en nuestras instalaciones, o la carencia de agua, gas o electricidad, por ejemplo, a las que hay que dar respuesta en el menor tiempo posible».

Como parte del trabajo de cada día, el CDM mantiene la vigilancia en salud de todos los colaboradores cubanos en el exterior, aspecto que también se visualiza en los informes diarios y en aquellos que con frecuencia semanal son elaborados de manera más amplia, acota.

—¿Cómo el CDM intensifica su labor diaria a propósito del plan de acción para la prevención y enfrentamiento a las enfermedades transmitidas por los mosquitos Aedes aegypti y Albopictus?

—Mantenemos la vigilancia y seguimiento de los síndromes febriles inespecíficos y de las personas con rasgos de riesgo, así como su ingreso en los centros destinados para ello.

«También desarrollamos análisis de la información que se ofrece de cada punto del país sobre el tratamiento focal, adulticida y perifocal, y los factores que inciden en su calidad, y la tributamos a las instancias superiores para su posterior evaluación».

Somarribas López insistió en que no hay descanso para quienes laboran en el CDM. «Después de las cinco de la tarde y también los fines de semana en distintos horarios organizamos una guardia superior con directivos de nuestro Ministerio, quienes asumen la responsabilidad de la vigilancia en salud en su turno de trabajo».

El CDM, que funciona además como unidad docente, cuenta con todas las condiciones tecnológicas y de comodidad para el personal que día y noche permanece pendiente de lo que sucede en materia de salud en Cuba y el resto del mundo.

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