Fue un comunista contumaz, seguidor infalible de Fidel y Raúl, dijo su hijo Jorge Risquet Valdés Jiménez. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 06:19 pm
En medio de una lluvia pertinaz —que parecía expresar el estado anímico de los presentes— transcurrió el homenaje póstumo que amigos, compañeros y pueblo en general rindieron este martes al revolucionario Jorge Risquet Valdés-Saldaña, quien este lunes falleció en La Habana, víctima de una larga y grave enfermedad.
Su cadáver fue cremado y las cenizas se expusieron este martes, entre las 9:00 a.m. y las 12:00 m., en el Panteón de los Veteranos del cementerio de Colón, adonde desde muy temprano Fidel y Raúl le enviaron sendas ofrendas florales, y le tributaron la primera guardia de honor José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; así como el Primer Vicepresidente de esas instancias, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el también miembro del Buró Político y ministro de las FAR, general de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frías, Héroe de la República de Cuba, y la también Heroína, general de brigada Delsa Esther Puebla.
Diversas personalidades acudieron al solemne momento, entre ellos la multipremiada cineasta estadounidense Estela Bravo, quien conoció a Risquet en 1954 en Brasil, cuando este acudía a un evento de la Federación Mundial de Juventudes.
«En esa ocasión él me cuidó y no se presentó como Jorge Risquet, sino como Noel Vázquez, pues él luchaba en esos tiempos por la libertad de su país y tenía que ser cauteloso. Cuando me vine a vivir a Cuba, en 1963, quería saber quién era ese hombre. Nadie sabía. Finalmente fui al Instituto de Amistad con los Pueblos y me lo identificaron.
«Lo recuerdo siempre alegre, haciendo chistes. Gracias a él me casé con mi esposo. Le hice caso, me dijo que volviera a Argentina, donde se encontraba escondido Bravo, quien era un luchador revolucionario, y volví. Así que le debo mucho», confiesa Bravo.
Como el hermano de la vida lo calificó el miembro del Comité Central del Partido Julio Camacho Aguilera, quien fundamentó ese lazo al basarse en la comunidad de sentimiento y batallas que compartieron.
«Nos unió la lucha no solo contra la dictadura, sino contra un estado de cosas que no marchaban en sintonía con los intereses de la mayoría. Hoy vemos a ese hermano escapar, pero lo que no se ha escapado es lo que él sembró, lo que en nuestra juventud y el pueblo queda de su ejemplo como revolucionario», sentenció.
Jorge Risquet Valdés Jiménez, uno de sus dos hijos, en medio de la conmoción develó rasgos de la personalidad del padre, quien pese a sus muchas ocupaciones siempre encontró tiempo para la familia. Siempre les enseñó el respeto y la humildad, la valentía y la coherencia como presupuestos para andar por la vida.
«Fue humilde y de pueblo, un comunista contumaz, seguidor infalible de Fidel y Raúl. Dedicó gran parte de su existencia a la causa de los países africanos, siguiendo así el ejemplo del Che», dijo al ser inquirido sobre cómo quería que recordaran a su padre.
El combatiente y amigo de muchos escenarios de batalla y labor Víctor Dreke, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en la capital, lo recordará eternamente como el compañero de una lealtad a toda prueba y con un sentido profundo de la gallardía.
«Su vida es un compendio de historias y combatividad. Desde muy joven fue un gran luchador y se destacó como combatiente del II Frente Oriental Frank País, dirigido por Raúl. Fue representante de Cuba y responsable de América Latina en la Federación Mundial de Juventudes Democráticas. Estando muy enfermo, como en los últimos años, nunca dejó de trabajar. Asistía a diversas actividades revolucionarias, a pesar de su delicada salud».
Dreke recalcó que el legado de Risquet es muy grande y que está en armonía con lo que más él quería: su Partido Comunista.
Las cenizas del revolucionario, en fecha que se fijará, serán trasladadas al Mausoleo del II Frente Oriental Frank País.