La Brigada 41 del Contingente Internacional de Enfrentamiento a Desastres y Grandes Epidemias, Henry Reeve, que partió en la madrugada de este viernes hacia Nepal, fue abanderada anoche por el doctor Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud Pública.
En representación de los 49 colaboradores que acudieron al hermano país recientemente afectado por un sismo que dejó miles de muertos y heridos, el doctor Luis Orlando Oliveros Serrano, jefe de la brigada, leyó el compromiso que los animará a llevar esperanza y salvación.
Dijo que el ejército de batas blancas de Fidel —compuesto esta vez por 25 médicos de diferentes especialidades, diez licenciados en enfermería, y otro personal paramédico y administrativo—, se preparó para dar otra batalla por la vida, como lo han hecho otros colegas de la salud en muchos países, entre estos los atacados por el ébola en África occidental. Aseguró que cumplirán con profesionalidad el encargo dado en nombre del pueblo de Cuba y que regresarán satisfechos de la misión cumplida.
La viceministra de Salud, Marcia Cobas, manifestó el orgullo que suscitó la respuesta positiva de estos brigadistas, quienes fueron organizados en 24 horas junto al equipamiento que portarán para poder trabajar en condiciones difíciles, y sin que exista precedente de misiones médicas cubanas en el país asiático.
Cobas aseguró que estos especialistas llevan consigo un hospital de campaña que a su vez incluye áreas para realizar operaciones quirúrgicas, terapia, servicios de rehabilitación y para realizar diagnósticos. Explicó que como han pasado varios días después del terremoto comienzan a aparecer las secuelas y emerger las epidemias.
Subrayó que 42 de los 49 especialistas que acometerán esta misión han cumplido otras encomiendas en nombre de la salud en diferentes países, y que 22 lo han hecho en más de una ocasión.
Marcia Cobas se refirió al interés del pueblo y Gobierno nepalíes por la presencia de los médicos de la Isla. Dijo que las condiciones están allí aseguradas para ser recibidos. Agregó que aunque en la capital de ese país se han reanudado algunos servicios, entre ellos el de abasto de agua, la brigada lleva la suya y los alimentos necesarios para mantenerse, así como una planta para el tratamiento del vital líquido.
Señaló que compañeros del Ministerio de Relaciones Exteriores han sido parte de la avanzada para asegurar el cumplimiento satisfactorio de esta misión que será, como las demás, expresión de la sensibilidad del pueblo cubano y sus líderes.
Recordó que el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, el 19 de septiembre del 2005, tras el paso del huracán Katrina por Estados Unidos, fundó el Contingente Internacional de Enfrentamiento a Desastres y Grandes Epidemias Henry Reeve, con el objetivo de ofrecer ayuda solidaria al país norteño y a los del resto del mundo que tuvieran alguna emergencia como la que golpeó, sobre todo a Nueva Orleans, aquella vez. Aunque el gobierno estadounidense no aceptó la ayuda —recordó Cobas— quedó este Contingente que ha puesto en honoríficos lugares a la Medicina cubana.
Uno de los médicos que conforman esta brigada es el neurocirujano Norbery Jorge Rodríguez, quien aseguró estar preparado para asumir el cuadro de salud que lo espera. «Con el conocimiento de la Neurocirugía Básica que poseemos podemos salvar vidas con pocos recursos», afirmó este galeno de 43 años y padre de dos hijos.
A la despedida asistió Ana Teresita González Fraga, vice ministra de Relaciones Exteriores, entre otros funcionarios.