La casa hacienda Guáimaro, en el Valle de los Ingenios, recibió también la labor restauradora de los jóvenes. Autor: Oscar Alfonso Sosa Publicado: 21/09/2017 | 05:43 pm
TRINIDAD, Sancti Spíritus.— Las piedras son colocadas con mucha paciencia. La calle parece un perfecto tablero de ajedrez. Las responsables de tan minucioso trabajo son manos jóvenes que saben muy bien cómo lo idearon sus antepasados. Ellos hoy continúan el legado.
La laboriosidad y empeño que se respira en el empedrado de algunas arterias de la tercera villa de Cuba son notorias en el entorno de la Plaza Mayor, el cementerio católico y la Alameda de Concha, todo resultado de los estudiantes y egresados de la Escuela de Oficios de Restauración Fernando Aguado y Rico.
Brigadas especializadas en los oficios tradicionales como albañilería, yesería y herrería laboran todos los días con el objetivo de restaurar y conservar, principalmente, el centro histórico de Trinidad, para que mantenga el esplendor de antaño.
«El centro surgió en 1998 con el objetivo de incorporar a mayores de 17 años desvinculados del estudio y el trabajo para, a través de una formación dinámica, crear una base de trabajo que conserve esta ciudad. Ellos son uno de los principales frutos de la formación de educandos con una mayor integración», aseveró Norberto Carpio Calzada, director de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los Ingenios.
El Museo Romántico recibe actualmente el empuje de estudiantes y egresados de la escuela, donde se pone en práctica, por vez primera, la nueva especialidad de electricidad patrimonial, que se imparte este curso en el centro.
«Ellos son una fuerza imprescindible para este aniversario 500, pues poseen un alto nivel de especialización. Los formamos en la base del amor por el trabajo y el respeto al patrimonio, porque son el pilar fundamental de la Trinidad que vivirá una nueva etapa, enfrentando cada día los embates de la modernidad», sentenció el Director de la Oficina.
La Escuela de Oficios de Restauración Fernando Aguado y Rico, perteneciente a la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y su Valle de los Ingenios, regida por la regulaciones del Ministerio de Educación y la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, forma actualmente a alrededor de cien alumnos en seis especialidades.
Los jóvenes egresados del centro pueden vincularse al trabajo directo de la empresa constructora de la Oficina del Historiador de Trinidad, a las brigadas de mantenimiento de los diferentes organismos e instituciones, o como trabajadores por cuenta propia, con la máxima de conservar y mantener el patrimonio tangible e intangible de la tercera villa de Cuba.