Durante la clausura de la reunión, que presidió el primer vicepresidente cubano José Ramón Machado Ventura (centro), la secretaria general de la organización, Yuniasky Crespo Baquero, sometió a la aprobación los cambios en los documentos rectores de la organización. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm
Lograr una organización más acorde con los nuevos tiempos, más autónoma en la base, y que represente y se preocupe por todos los jóvenes, más allá de que sean militantes o no, está en el espíritu de los nuevos Estatutos de la Unión de Jóvenes Comunistas, aprobados en el VI Pleno de su Comité Nacional, celebrado este fin de semana en La Habana.
Durante la clausura de la reunión, que presidió el Segundo Secretario del Comité Central del Partido y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, José Ramón Machado Ventura, la primera secretaria de la Juventud Comunista, Yuniasky Crespo Baquero, sometió a la aprobación los cambios en los documentos rectores de la organización, fruto de un proceso de consultas que había comenzado desde la celebración de su IX Congreso, el cual por mandato autorizó al Pleno a aprobar las transformaciones.
Este proceso, el primero de tal profundidad en la historia de la UJC, recogió tanto los propios planteamientos de las asambleas realizadas en todas las organizaciones de base previas a la magna cita, como los realizados en el análisis de los objetivos de trabajo del Partido Comunista de Cuba en su primera Conferencia Nacional, de los cuales 11 se referían al trabajo de la organización.
Igualmente se seleccionaron 5 093 comités de base en los cuales se recogieron más de 12 000 planteamientos, de estos 4 728 propuestas, 1 311 adiciones, 3 237 modificaciones, 32 supresiones y 148 dudas o preocupaciones.
Todo ello ayudó a ajustar los nuevos Estatutos y el Reglamento, tras ser discutidos previamente en el VI Pleno este fin de semana, primero en comisiones y luego en plenario, al cual fueron invitados 54 jóvenes dirigentes de comités de base, comités primarios y militantes de importantes instituciones y centros laborales, así como representantes de las organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles.
Los nuevos Estatutos recogen la ratificación de la edad de ingreso a la UJC a los 16 años, y la permanencia en esta hasta los 32, el derecho de los militantes a ser estimulados, así como a mantenerse dentro de la organización aunque coyunturalmente no estén vinculados al trabajo o el estudio, siempre que cumplan con las condiciones para ello y con su vida como militantes.
También quedó refrendada la desactivación temporal por menos de un año a solicitud del militante ante problemas justificados o causas mayores, siempre que no impliquen la pérdida de su ejemplaridad, y al cabo de ese tiempo poder reincorporarse sin necesidad de pasar de nuevo por un proceso de ingreso.
Igualmente se les ha dado una mayor autonomía a las organizaciones de base, las cuales no deberán esperar a una orientación desde las instancicias superiores para discutir, evaluar o hacer alguna tarea relacionada con su actuar entre los jóvenes en el lugar donde se desarrollan sus acciones.
Otro elemento importante es la ratificación de la Unión de Jóvenes Comunistas como una organización que, sin dejar de ser partidista, represente y se ocupe de todos los jóvenes, adolescentes y niños, y trabaje con ellos como sistema a través de las diferentes organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles que actualmente existen.
La UJC debe a su vez reforzar su labor de proponer y de actuar como interlocutora con las diferentes estructuras del Gobierno y el Estado sobre las problemáticas de las nuevas generaciones, y a su vez impulsar el uso de las nuevas tecnologías, logrando a la vez más integralidad en sus cuadros y un aumento de su membresía en función de aglutinar en sus filas a los jóvenes con mejores cualidades.
A tono con las nuevas transformaciones del país, la UJC también ha estipulado que sus miembros que deban viajar por razones personales puedan hacerlo sin causar baja hasta el límite de dos años, previa información y coordinación con sus organizaciones de base y municipales.
Esas y otras transformaciones en los Estatutos, Reglamentos y en el propio funcionamiento interno de la Juventud Comunista, en aras de dejar a un lado formalismos y burocratismo, serán discutidos ahora en todas las organizaciones de base.
Flexibilidad y autonomía
Darle más flexibilidad y autonomía a la labor de la organización y de sus cuadros, así como trabajar con todos los jóvenes, y no solo con los militantes, fueron puntos en los que insistió el Primer Vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, durante su intervención en el VI Pleno de la UJC.
El dirigente precisó que la organización debe concentrarse en darles tareas y atender las preocupaciones de todos los jóvenes de su entorno, no solo de la membresía, así como crecer con aquellos más destacados, y no buscar, como sucede en ocasiones, una ejemplaridad máxima muy difícil de encontrar.
Reunirse para discutir problemas concretos y buscar soluciones allí donde están, sin esperar a que alguien lo oriente, debe ser la premisa de trabajo, precisó, pues la primera tarea de todo militante es la transformación positiva del lugar donde está, la verdadera razón y garantía de su ejemplaridad.
Otro de los aspectos señalados por Machado Ventura fue la necesidad de trabajar en los nuevos escenarios económicos en que vive el país, afiliar también a los trabajadores por cuenta propia, incluso a aquellos jóvenes que estén temporalmente desempleados, e insistir en el diálogo, el convencimiento y la discusión constante de todos los problemas como métodos de trabajo.
A su vez, sostuvo, debe revisarse la política de sanciones, que muchas veces recurre a la baja o desactivación del militante sin antes hacer un trabajo educativo con él; y consideró muy oportuna la idea de acabar con el «esferismo» de los cuadros que solo atendían una determinada área de trabajo, y que ahora deberán ser más integrales.
Sobre estos aspectos intervinieron durante el Pleno varios militantes, entre ellos Ritmar Rodríguez, miembro del Comité Nacional de la UJC, quien llamó a estudiar más entre la militancia los documentos de la organización, pues muchas veces sus miembros no dominan los Estatutos, derechos y deberes.
A su vez, la primera secretaria de la UJC, Yuniasky Crespo Baquero, llamó a cambiar la manera de hacer y de pensar en el trabajo adentro y hacia afuera, empezando por los propios dirigentes, que en la mayoría de los casos se preocupan más por los aspectos formales que por discutir los reales problemas y buscarles soluciones a estos.
Luchar por la libertad de los cinco
Junto a los resultados del trabajo el año pasado y las tareas para el que recién comienza, el VI Pleno del Comité Nacional aprobó la estrategia a desarrollar por la UJC, las organizaciones estudiantiles y los movimientos juveniles, en aras de lograr la liberación definitiva de los cinco cubanos, injustamente retenidos en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.
Luego de un emotivo documental realizado a partir de una carta de Antonio Guerrero a su madre, con motivo de su cumpleaños 80, los presentes debatieron las diferentes acciones realizadas, así como la necesidad de continuar insistiendo ante la Casa Blanca por su liberación.
Leira Sánchez Valdivia, miembro del Buró Nacional de la UJC, al hacer la presentación de la estrategia, apuntó que la misma va desde las actividades en centros educativos de la producción y los servicios, hasta la promoción del estudio de sus vidas, incluso de las obras creativas, o la utilización más efectiva de los espacios en eventos internacionales y en las redes sociales para abogar por su completa liberación.
Sobre ello Roberto Verrier, funcionario del Comité Central del PCC, explicó que la mejor manera de defender la libertad de los Cinco es sentir la causa como propia y creer en ella, a partir de concientizar que la razón de sus injustas condenas es haber protegido la paz y los logros conquistados por Cuba y la Revolución.
Por ello, afirmó, la UJC no solo tiene que trabajar porque regresen definitivamente a la patria, sino por defender lo alcanzado, para que cuando un día ya estén entre nosotros, se sientan orgullosos del país que encuentren y sepan que su sacrificio no ha sido en vano.