El Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), en voz de su presidente Joel Ortega Dopico, dio a conocer este lunes una Declaración que denuncia otro ataque del bloqueo norteamericano contra la Isla y su pueblo, el cual pretende impedir el éxito de la sexta edición de la Asamblea del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) a efectuarse en La Habana del 19 al 24 de febrero de 2013.
En el Centro de Prensa Internacional, Joel Ortega dio lectura al texto donde se precisa que —desde que el 17 de junio del año 2011 la Junta Directiva del CLAI decidió aceptar la invitación de las iglesias cubanas para celebrar su VI Asamblea General en La Habana— los líderes del CLAI y del CIC, las iglesias cubanas miembros del CLAI y la Mesa CLAI-Cuba, de conjunto, han estado trabajando en los preparativos del evento.
Sin embargo, tal como expresa la Declaración, «el formidable trabajo realizado hasta aquí, ahora se ve amenazado por la congelación de la mayor parte de los fondos del CLAI —depositados en una agencia de un banco ecuatoriano, radicada en Estados Unidos— que están dedicados a sufragar gastos de alojamiento y alimentación de los delegados. La única razón: Cuba es la sede».
El proceder, afirma el texto, «constituye una seria limitación a la libertad de las iglesias cristianas a desarrollar su labor de testimonio y servicio ecuménicos en toda América Latina». Y más adelante se enfatiza que no es tiempo de lamentaciones sino de acciones concretas, por lo cual el «movimiento ecuménico cubano, desde ya, anuncia movilizar a las iglesias cubanas en una campaña de recaudación de fondos para apoyar los gastos de la VI Asamblea».
Ortega Dopico y otros líderes religiosos comentaron a los periodistas presentes, en representación de medios nacionales y extranjeros, ideas y detalles alusivos a la nueva maniobra de la administración estadounidense. El reverendo Nilton Giese, secretario general del CLAI, explicó que cuando la entidad intentó realizar la transferencia de los fondos que están haciendo falta para el evento, el dinero no llegó a su destino; y que pocos días después recibieron la comunicación de que había sido congelado a partir de una alerta del Gobierno estadounidense al Banco con sede en Miami, de que el destino final era la Isla.
El monto que ha sido congelado, según trascendió en el encuentro con la prensa en declaraciones del reverendo Nilton, asciende a 101 000 dólares. Al respecto, Dopico ratificó la convocatoria a todas las iglesias cubanas para buscar los fondos necesarios, en un acto que defienda el derecho de cientos de delegados a evaluar y compartir misiones, acciones y experiencias, que defienda el derecho de emprender gestos concretos en pos de la vida de muchas personas.
Por su parte el reverendo Julio Murray, presidente del CLAI, resaltó la importancia que tiene para la realización de la Asamblea descongelar los fondos, pues la cita es un suceso de sumo valor para 118 iglesias y organismos ecuménicos de países en América Latina y el Caribe.
«El CLAI ha podido constatar nuevamente —destaca la Declaración emitida por el Consejo de Iglesias de Cuba— lo que significa el bloqueo para el pueblo cubano en términos de privaciones, limitaciones y sufrimientos, porque, en este momento, ambas partes lo estamos experimentando como Iglesia latinoamericana; Cuba, acusada de no respetar la libertad religiosa, da todas las facilidades para nuestra labor evangélica y de servicios a nuestras iglesias y pueblos en el continente latinoamericano; y Estados Unidos, que se autoproclama como ejemplo de la libertad religiosa en el mundo, la limita y coarta con políticas éticamente inaceptables para cualquier cristiano o cristiana; políticas que, además, representan una época que pertenece al pasado».