Los seis cardiocentros que posee Cuba están dotados de técnicas ecocardiográficas de avanzada, que posibilitan la detección de anomalías del corazón y, con ello, la disminución de la morbi-mortalidad por esas dolencias.
En declaraciones a la AIN, el doctor Francisco Rodríguez Martorell, especialista en Cardiología Intensivista y Ecocardiografista, significó que ese método no invasivo evalúa las características estructurales, funcionales y hemodinámicas de ese músculo y permite obtener una imagen del órgano en movimiento. Además, detecta enfermedades cardiacas en adultos y cardiopatías complejas en niños.
Rodríguez Martorell enfatizó que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, hace medio siglo, ha limitado la introducción de técnicas de última generación, como la ecocardiografía de contraste y la trans-esofágica tridimensional.
Los cardiocentros cubanos están ubicados en el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, y los hospitales Hermanos Ameijeiras y pediátrico William Soler, en La Habana, y Ernesto Guevara, de Santa Clara, y Saturnino Lora, de Santiago de Cuba.
El experto participa en el primer simposio de la especialidad, que concluye este viernes en el Hospital General Universitario Calixto García, en la capital, y de cuyo comité organizador es el presidente.