La campaña por la libertad de Ramón, Gerardo, Fernando, Tony y René, injustamente encarcelados en los Estados Unidos, cumple hoy 14 años.
Durante todos estos años, hemos vivido intensos momentos. Ha sido un proceso lleno de indecisiones, injusticias, agravios y mentiras; hemos sido testigos del valor y la dignidad de los Cinco, de la fuerza de sus testimonios y de sus irrefutables argumentos que el Gobierno de Estados Unidos ha intentado silenciar a través de sucias campañas mediáticas.
En todas las ocasiones se ha demostrado que la única y verdadera causa es el compromiso de luchar contra el terrorismo en cualquier lugar del mundo y en especial en nuestra patria.
Las decisiones de testigos, de los abogados de la defensa, e incluso de la propia Fiscalía, reconocen que los cargos por los cuales son acusados carecen de fundamento legal; nunca obtuvieron información sensible a la Seguridad Nacional de Estados Unidos, ni cometieron actos de agresión y terrorismo que pusieran en peligro a los ciudadanos norteamericanos.
Es insultante saber el constante e injustificado confinamiento de nuestros héroes en celdas de castigo, y la negación de sus más vitales derechos. Resulta cruel que en todas las ocasiones le hayan negado a Adriana, esposa de Gerardo, la posibilidad del encuentro con su ser amado, y a ambos el placer supremo de formar una familia; que René no haya podido acompañar a su hermano en su último aliento; y que a todos les hayan arrebatado la posibilidad de estar presentes en momentos decisivos de la vida de sus hijos y familiares más queridos.
Sería interminable la lista de irregularidad en contra de los Cinco. Su amor por Cuba es mayor. Nunca podrán encerrar la fortaleza y la integridad de nuestros compañeros, ni el apoyo incondicional y los deseos de luchar de los jóvenes cubanos por ellos.
Es bien conocido que, la solución definitiva del caso está en manos del Presidente de los Estados Unidos, quien facultado por la Ley, puede solicitar la libertad inmediata de los Cinco. La presión internacional y, en especial, la opinión pública norteamericana, pueden presionar a Barack Obama, para que tome la decisión, más por un gesto de humanidad que de justicia, y ponga fin a esta denigrante situación para el sistema judicial y la política de Estados Unidos.
Por todas estas razones, los estudiantes de la Universidad de La Habana, junto a todo nuestro pueblo, expresamos nuestra convicción de continuar defendiendo la justa causa de los Cinco, como una de nuestras prioridades, redoblando esfuerzos para denunciar esta situación y exigir el inmediato regreso a la Patria de estos luchadores antiterroristas.
Nos hacemos eco de la promesa de nuestro Comandante: «Volverán».
Federación Estudiantil Universitaria de la Universidad de La Habana.
12 de septiembre de 2012.