La planta de caolín procesa además carbonato de calcio de calidad para las obras constructivas del territorio. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:17 pm
LA FE, Isla de la Juventud.— «La calidad del caolín que se utiliza como materia prima en los procesos productivos de las industrias cerámica y refractaria es un problema que se despeja hoy en la Isla de la Juventud», aseguró Luis Betancourt Bron, director de la fábrica procesadora de caolín Julius Fucik, única de su tipo en Cuba.
«La solución llegó con la instalación, en diciembre del pasado año, de nuevos equipos en el área de lavado y clasificación para reducir las impurezas a los parámetros requeridos, y con el cambio de combustible para el funcionamiento eficiente del horno que deja al caolín con el grado de humedad óptimo, según las normas de calidad para su uso», explicó.
El directivo aclaró que por varios años las producciones de caolín estuvieron afectadas por un alto contenido de arena sílice y humedad, lo que incidía de manera negativa en el proceso productivo de los principales clientes, entre los que figuran las fábrica de muebles sanitarios de Holguín y la de San José de las Lajas, de la provincia de Mayabeque; así como la Refractarios Habana, ubicada también en esta última provincia.
Wilson Moro Muñoz, subdirector técnico de la planta de muebles sanitarios de Holguín, reconoció que el caolín pinero es imprescindible por el aporte de plasticidad y alúmina necesario en la producción de los muebles; «es muy aceptado por el bajo contenido de hierro, que otorga a las piezas un color blanco muy atractivo».
Asimismo, comentó que aún reciben lotes con granulometría mayor que la convenida, «pero como producto es muy bien valorado y el preferido por la instalación».
Betancourt Bron explicó que «la inversión contó con la instalación de dos baterías hidrociclones en las secciones de lavado y clasificación, una interviene en la separación de la arena sílice del mineral hasta dejarla en el dos por ciento permisible de esta arena, y la otra, por medio de la pulverización, reduce el grano del caolín a 43 micras (un milímetro contiene mil micras), «porque antes reducíamos las impurezas al ocho por ciento y no tenía calidad, precisó.
«En lo relativo a la humedad, resolvimos ese problema al cambiar el combustible. Antes usábamos una mezcla de diésel con fuel oil y las producciones salían con un 25 por ciento de humedad cuando lo establecido es diez, pero empezamos a utilizar solo diésel y cambiamos la tecnología del proceso de secado.
«Emplazamos filtros, prensa, placa y tela nuevos, y ahora el caolín sale con un 20 por ciento de humedad, y el otro diez por ciento lo pierde en el horno.
«Estamos en condiciones de producir 6 000 toneladas y la demanda actual del mercado interno es de 4 000; la cifra récord que produjo la planta fue de 27 000 toneladas, en 1987, y tiene una capacidad real de 30 000», añadió el director de la fábrica.
La misión
Cuando, el 10 de mayo de 1964, el Comandante Ernesto Che Guevara inauguró la fábrica de caolín en la entonces Isla de Pinos, primera instalación de importancia tecnológica en el país, en sus palabras ya auguraba el valor de sustituir importaciones y hacer eficiente una economía que tenía que enfrentar el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
En aquella ocasión expresó: «Plantas costosas como esta aseguran materias primas de buena calidad para nuestras fábricas, y se garantiza no solamente el suministro de una materia prima dentro del territorio nacional, sino además se logra sustituir importaciones y ahorrar divisas, que tan trabajosamente conseguimos en el extranjero».
Más de cuatro décadas después, en 2011, Humberto Castañeda, director general de Refractarios Habana declaró al diario Granma que «la chamota (material cerámico) a la que hemos recurrido hasta ahora para fabricar los refractarios se compra en el exterior, a un precio de 400 dólares por tonelada», al tiempo que acotó: «sin embargo, pudiéramos obtenerla al calcinar el caolín procedente del municipio especial de Isla de la Juventud; costaría apenas la mitad y sería competitiva para exportar».
Esta reflexión refleja la importancia de la extracción y procesamiento del caolín, con la calidad que exige esa materia prima, en la planta pinera, lo que repercute en el ahorro de divisas al país; además, se abaratan los costos en la producción de refractarios muy necesarios para la industria siderúrgica y en especial para la Antillana de Acero y ACINOX Tunas.
Reservas millonarias
En aquella jornada fundacional, el Che informó a los pineros de la existencia en la Isla de Pinos de yacimientos que alcanzaban hasta cinco millones de toneladas de caolín, y que con ello se garantizaría el trabajo de la planta durante muchos años.
El ingeniero Rolando Pérez Ramírez, autor de la tesis de maestría «Obtención de mullita a partir del caolín cubano del yacimiento Río del Callejón», ratificó mediante su estudio en el 2010 la existencia probada de una reserva de caolín en ese yacimiento al sudeste de la Isla de la Juventud de unas 500 000 toneladas, y añadió que con los niveles de consumo actuales podría explotarse durante 50 años más.
Asimismo la investigación reveló que existen reservas de este mineral en otros yacimientos con características similares al referido anteriormente y con la presencia de la arcilla en cantidades superiores.
Según la enciclopedia digital Ecured, en la Isla de la Juventud existe un elevado número de puntos de mineralización de caolín de distintas calidades y tamaños, que hacen a este territorio el más promisorio del país, y prácticamente el único donde hay recursos en una cuantía significativa, como para enfrentar un ambicioso plan inversionista con vistas al mercado nacional e internacional.
En una nota publicada por la Oficina Nacional de Recursos Minerales en su sitio en Internet, se precisa que mediante la Resolución No. 402, del 8 de noviembre de 2011, del Ministerio de la Industria Básica, se aprobó la Concesión de Explotación de Caolín en el yacimiento de río del Callejón Norte a favor de la Empresa de Materiales de la Construcción de la Isla de la Juventud.
Surtidos y perspectivas
Durante la inauguración de la planta en 1964, el Che anunció que esta sería un gran aporte de la entonces Isla de Pinos a la economía nacional. Sustentaba sus palabras en los múltiples usos de esa arcilla procesada como materia prima para la elaboración de artículos de consumo de gran calidad y que el pueblo necesita.
Entonces dijo que «este caolín se utilizará para los sanitarios, azulejos, la goma, gomas de los automóviles, el papel cuando se consigan los tipos apropiados. Es decir, es un material que tiene una amplia utilización en todas las industrias, y su calidad será bastante buena. Esa es la característica fundamental de esta planta».
De acuerdo con la investigación de Pérez Ramírez, el caolín es útil para las industrias del papel, refractaria, cerámica, farmacéutica y cosmética; sirve además para la producción de vidrio, pinturas, plásticos y agroquímicos; para la construcción y la elaboración de caucho, hule, material eléctrico, metales y forraje.
La planta procesadora de caolín en este Municipio Especial no desaprovecha las potencialidades de su producto. Al desaparecer la industria cerámica como principal cliente local apostó por diversificar los surtidos a base de arcilla y produce además mortero cola, gris, fino, grueso y carbonato de calcio.
Betancourt Bron aclaró que «en estos momentos solo elaboramos mortero cola a partir de solicitudes de los clientes, ya que en abril de 2011 tuvimos que parar por problemas de salida del producto.
«En ese tiempo nos dedicamos a producir mortero fino y grueso para todas las obras en construcción, a las que aportamos también la arena sílice separada del caolín, que se utiliza además para soterrar cables y sistemas de riego, los principales clientes locales en ese sentido son la Agricultura, la Empresa Eléctrica y ETECSA; y producimos también unas 3 000 toneladas de carbonato de calcio para la demanda de las inversiones locales», acotó.
Añadió que hoy se procesa caolín con un 45 por ciento de rendimiento, parámetro óptimo para su explotación como materia prima de cerámica y refractarios, debido a la alta presencia que tiene de caolinita, alúmina, silicato y agua, respecto a otros minerales contenidos en la arcilla y que se eliminan durante el proceso de lavado. «Por eso podemos incrementar también la producción de caolín natural sin beneficiar», comentó.
Apuntes finales
Leonardo Cruz Cabrera, Doctor en Ciencias y delegado de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en el territorio, es de los que piensan que los minerales industriales, por sus grandes potencialidades, deben asumir el protagonismo en la economía de la Isla de la Juventud.
Sustenta su tesis en un análisis de la economía local actual, en el que se observa con claridad que casi todos los renglones que antes fueron vitales han colapsado, por una parte, debido a la fuerte crisis económica que comenzamos a sufrir en la década del 90 del siglo pasado, y por otra, como consecuencia de eventos meteorológicos y plagas.
En la edición del 5 de octubre de 2008, JR publicó una entrevista a Miguel Valle, experto principal de la Dirección Municipal de Economía y Planificación del Gobierno, en la que, entre otras aristas, señaló la producción de caolín como una de las perspectivas de desarrollo sostenible de esta isla.
Ambos especialistas opinan que ha llegado a la economía pinera la hora de los minerales industriales, para sustituir importaciones y generar fondos exportables, la misma misión que les dejara a los pineros el Che 48 años atrás.