La joven Inés Luaces fue una de las víctimas del Crimen de Barbados. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
CAMAGÜEY.— La sala del hogar del hermano de Inés Luaces, víctima del crimen de Barbados, vuelve a llenarse de rostros jóvenes. Esta vez el Buró Provincial de la UJC, acompañado de representantes de las organizaciones juveniles y pioneriles, vino a rendirle tributo a aquella veinteañera que no pudo ver realizado su sueño de ser estomatóloga.
Quién sabe si Titi —Inesita para el resto de la familia— en estos tiempos de multiplicada solidaridad, hubiera vestido el uniforme de ese ejército de batas blancas que ha protagonizado el Programa Barrio Adentro en Venezuela, donde en 1976 ella se vistió de campeona centroamericana en el equipo nacional cubano de esgrima.
Eladio Luaces Sánchez y su esposa Dulce María Alarcón Guerra muestran recogimiento. En estos días ambos reciben la visita de estudiantes de las diferentes enseñanzas para conocer sobre la historia de aquella joven, quien gustaba de bailar casino, escuchar la música del grupo español Mocedades y convertir el revés en victoria.
Empezó por practicar baloncesto, pero el hecho de ser zurda le impedía encestar con precisión el esférico, y los profesores prefirieron que Inés echara pie en tierra por ese deporte que la colocó por siempre en el altar de la Patria.
Vecinos de la calle Jesús María, entre San José y San Martín, en la casa marcada con el número 121, también se incorporan al homenaje a Inés Luaces, quienes expresaron, al igual que los demás que acudieron a la cita, la frase inmortalizada por Fidel: «Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla».