La familia se prepara para el nuevo curso. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
Más de dos millones de estudiantes, desde el preescolar hasta la enseñanza media superior, acudirán a las aulas el próximo 5 de septiembre, según indican cifras preliminares dadas a conocer por el Ministerio de Educación (MINED).
Un total de 10 900 centros escolares, 450 de estos mixtos —en los cuales confluye más de un nivel de enseñanza—, acogerán a los educandos, para los cuales se cuenta con cerca de 185 000 docentes.
En un encuentro con la prensa, Cira Piñeiro, viceministra primera del MINED, significó que uno de los objetivos fundamentales del curso escolar 2011-2012 es todo lo referido a la formación y superación del personal docente, pues el fortalecimiento de la preparación de los claustros es fundamental para lograr el resto de los objetivos, vinculados a la elevación de la calidad del aprendizaje.
«El trabajo de las universidades de Ciencias Pedagógicas y de las escuelas pedagógicas es fundamental para lograr ese maestro culto, amante de su profesión, que pueda desarrollar un vínculo de trabajo estrecho con la familia del estudiante y capacitado para mantener el continuo perfeccionamiento de la educación.
«Además aspiramos a que el maestro, desde su propia formación y con la superación posterior a la graduación, tenga una actitud de permanente elevación de su nivel académico y científico.
«Para ello haremos también un fuerte trabajo vocacional, con el fin de lograr que los mejores estudiantes opten por las carreras magisteriales», apuntó.
En relación con la cobertura docente, la funcionaria informó que se han buscado todas las variantes para cubrir el déficit de cerca de 11 000 profesores, entre ellos los centros mixtos, donde un profesor puede dar clases en dos niveles de enseñanza.
La cobertura total se logra con la reincorporación de profesores y de maestros jubilados, así como de profesionales de otros organismos que darán clases en algunos niveles de enseñanza.
En el caso de los maestros en formación solo irán a las aulas los que están en cuarto y quinto años de la licenciatura, pues el empeño es que se mantengan estudiando en las universidades.
Cira Piñeiro explicó que el déficit es fundamentalmente en los municipios cabecera, por lo cual se trasladarán docentes dentro de los mismos territorios, mientras La Habana recibirá un contingente de maestros de otras provincias.
Significó que otro de los objetivos priorizados del próximo curso escolar es la elevación de la calidad del proceso docente-educativo en todas sus aristas, para lo cual es fundamental el papel del docente en la conducción de la clase, y los medios audiovisuales se utilizarán solo como apoyo a la enseñanza.
«Es imprescindible el vínculo permanente entre instrucción y educación. Que el proceso de enseñanza se desarrolle en un ambiente culto, de compromiso, donde prevalezcan el orden, la disciplina y el cuidado de los recursos.
«En la educación integral de ese ciudadano a que se aspira, se debe hacer énfasis en la educación formal, patriótica y ética.
«Un aspecto en el cual estamos enfatizando es en el correcto uso del uniforme escolar, y para lograrlo es fundamental el adecuado porte-aspecto de nuestros maestros, para que se conviertan en ejemplo de actuación de sus alumnos».
Es imprescindible también continuar trabajando, desde los consejos de escuelas, con la familia de los estudiantes. La educación integral de los educandos no es solo responsabilidad del centro de estudios, acotó.
Igualmente precisó que la formación de la fuerza calificada que demanda la economía del país es una prioridad del sistema educacional. Por ello es imprescindible intensificar la formación vocacional desde el círculo infantil.
«En esta labor deben participar las sociedades científicas, las empresas, los organismos… para continuar incrementando el número de estudiantes que acuden a la enseñanza técnica con miras a formarse en las especialidades que demanda cada territorio».
También será prioridad del próximo período lectivo continuar perfeccionando el control económico y el uso racional de los recursos. «Para lograrlo es imprescindible desarrollar en los trabajadores del sector y en los estudiantes una conciencia de ahorro, y lograrla sin afectar el proceso docente-educativo.
«Debemos desarrollar una labor formativa para crear en nuestros estudiantes una conciencia de productores, desde las diferentes variantes de la vinculación del estudio con el trabajo», apuntó.
En este sentido dijo que los resultados docentes y la eficiencia en el ciclo de formación son también maneras de ahorrar recursos.