Lesionados en colisión de trenes en Guantánamo. Autor: Leonel Escalona Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
Solo una de las 79 personas que resultaron heridas en el choque de trenes ocurrido alrededor de las 6 y 50 de la mañana del lunes último en Guantánamo, permanece bajo cuidados especializados en la sala de Ortopedia del Hospital General Docente Doctor Agostinho Neto, de esta provincia oriental.
Cuando este diario confirmó la información al filo de la noche de ayer a través del primer suboficial de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) Reynaldo Torres Palacios, oficial de guardia en el mayor centro asistencial de la provincia, no había sido dada de alta Dalia Iglesias Rivero, de 39 años de edad y vecina de la localidad de Carrera Larga, quien presenta fracturas leves en una pierna, y hasta ese momento no se había valorado necesidad de intervención quirúrgica.
Los restantes lesionados fueron trasladados ayer a sus casas en un ómnibus fletado por los Ferrocarriles de Guantánamo, escoltados por agentes de Tránsito de la PNR hasta las comunidades rurales de Carrera Larga y Cuneira, donde reside la mayor parte de los accidentados.
El agente de la Policía Torres Palacios comentó, además, que cuando apenas habían transcurrido 15 minutos de la hora en que se confirmó el siniestro, ya se encontraban en el Hospital General Docente de Guantánamo los primeros lesionados, gracias al humanitario gesto de un joven cuentapropista que trasladó en su camioneta particular a decenas de heridos, cubriendo una distancia de alrededor de 15 kilómetros, entre la zona del choque y el centro médico de la ciudad capital.
Al traslado de los 79 pasajeros accidentados se sumaron otros choferes de camionetas y camiones particulares, así como ambulancias de los servicios de urgencia y emergencia del Agostinho Neto, donde de inmediato se activó la totalidad de los medios y el personal de urgencia y emergencia para atenderlos.
En la realización de los diferentes exámenes de rigor en casos de accidentes masivos y teniendo en cuenta las características de las lesiones, laboraron arduamente junto a técnicos de laboratorio y ultrasonido, equipos de especialistas en Neurología, Ortopedia y Cirugía.
Según el testimonio de agentes del orden, pasajeros y tripulantes de los trenes accidentados (el coche motor 4123 procedente de Cuneira y el tren 51413 que cubría el itinerario Guantánamo-Holguín, que de conjunto trasladaban unas 300 personas), muchas de las personas lesionadas se golpearon al precipitarse desesperadamente del coche motor en movimiento.
Otros también recibieron golpes leves al proyectarse bruscamente contra el piso del propio coche en que viajaban, tratando de encontrar resguardo de esa manera.
Algunos pasajeros contaron a periodistas del territorio que el maquinista del coche motor, usado ordinariamente para la transportación de pasajeros en Cuneira y Carrera Larga, al percatarse de que había perdido los frenos y que no podía parar en el cruce, se comunicó con el tren también en marcha en la misma vía, que logró retroceder, pero dada la cercanía entre ellos no dio tiempo a evitar el accidente.