La Comisión 3: Política Social durante sus sesiones en el VI congreso del PCC, en el Palacio de Convenciones. Autor: Ismael Francisco Publicado: 21/09/2017 | 05:08 pm
Luego de analizar el Informe Central presentado el día anterior, la Comisión III, presidida por Margarita González, Miguel Díaz-Canel y Roberto Morales Ojeda, inició la discusión de las 26 propuestas en torno al Capítulo VI, de la Política Social, sobre Educación, Salud, Deporte, Cultura, Seguridad Social, Empleo y Salarios.
Los representantes de cada delegación provincial tuvieron la oportunidad de fundamentar sus sugerencias. En todos los casos primó el razonamiento colectivo antes de consensuar o no una modificación, en lineamientos que buscan calidad de los servicios y un gasto más racional, sentido común y sostenibilidad económica de las políticas sociales del país. Sin contradicciones raigales, pero sí desde perspectivas diferentes, cada quien manifestó su criterio o apoyó el que consideró correcto.
Entre los Lineamientos generales, Carlos Espinosa, de la provincia de Artemisa, propuso que en el relacionado con las estrategias para enfrentar los elevados niveles de envejecimiento poblacional, se especificara la baja natalidad como fenómeno al que también debía prestársele especial atención.
Guillermo Sarmiento, de Pinar del Río, y Huber Ramos, de Cienfuegos, explicaron que la propia variable demográfica del envejecimiento incluía el aspecto de la natalidad, por lo que resultaba redundante su mención.
El delegado Roberto Morales Ojeda aclaró que de cualquier forma el tema de la natalidad era de preocupación general y se tendría en cuenta en la implementación de esta política. Destacó la voluntad de ampliar los centros para la asistencia a parejas imposibilitadas de tener hijos, y subrayó el propósito de alcanzar en nuestro país una esperanza de vida de 80 años, con calidad.
En el tema de la enseñanza se acordó incluir la sugerencia que realizó la delegada capitalina Marta Hernández, para jerarquizar "el enaltecimiento" de la labor del personal docente, tan necesaria como otras atenciones.
Los villaclareños propusieron agregar la "ética profesional" como elemento que debía aparecer junto a la calidad y rigor en la formación de los docentes. Gladys Martínez Verdecia, delegada por Pinar del Río, dijo que el concepto de calidad comprendía muchos otros como la ética, pero coincidió en que era necesario hacer hincapié en el rigor, a partir de la preocupación generalizada en este sentido, puntualizada antes por Miguel Díaz-Canel.
Sobre hacer corresponder la capacidad de la red escolar y el personal docente en la educación primaria con la situación demográfica de cada lugar, las delegaciones de Artemisa, Holguín y Guantánamo pidieron incluir como aristas adicionales las características económicas y geográficas que pudieran influir en el desarrollo de la escuela, fundamentalmente en la montaña.
Ena Elsa Velázquez ahondó en el necesario reajuste de los más de 1 400 centros educativos con cinco o menos alumnos como matrícula, donde la educación costaba aproximadamente 8 veces más que la de un niño en una escuela regular, y la plantilla de trabajadores casi doblaba a la de educandos.
Dos provincias presentaron formulaciones similares en relación con las posibilidades de estudio de los trabajadores, que si bien debían ir a cuenta del tiempo libre y del esfuerzo personal, tendrían que ser exceptuados aquellos casos en los que la superación partiera de un especial interés estatal.
Sobre la necesidad de reorganizar, compactar y regionalizar los servicios de salud, la granmense Sonia Pérez Mojena propuso explicitar, junto a la atención de urgencias y el transporte sanitario, el trabajo del médico de la familia.
Roberto Morales explicó que las premisas elaboradas estaban encaminadas al trabajo en todos los niveles de salud, y de ninguna forma se desconocía la importancia del médico y la enfermera de la familia, así como la necesidad de recuperar su concepción fundacional.
Aseguró además que para formular esta guía política se tuvieron en cuenta las características de cada territorio, lo cual permitirá diseñar un traje a la medida de cada lugar.
Por iniciativa de la provincia de Artemisa, también se enfatizó la necesidad de consolidar el método clínico, tanto en la enseñanza como en la práctica.
De Santiago de Cuba llegó la sugerencia de vincular el trabajo de la comunidad y la intersectorialidad con el del sistema de salud en la promoción de mejores estilos de vida, ya que estos deben entenderse como un asunto de responsabilidad social.
La defensa de la identidad nacional, mencionada en uno de los lineamientos modificados después del debate con la población, motivó un apasionado análisis en la Comisión III. Miguel Barnet propuso ajustes en la redacción de ese punto, bajo el criterio de que la cultura es un proceso de desarrollo continuo, e insistió en el carácter material e inmaterial del patrimonio cultural al que alude dicho lineamiento.
El escritor contó con el apoyo apasionado de otro delegado, Eusebio Leal, quien consideró que era de los temas de más valor en el documento discutido. "La cultura es en gran medida la memoria", dijo, al insistir en el carácter inmaterial, espiritual, intangible del patrimonio cultural.
Leal recordó una trascendental reunión de la UNEAC en la que "Fidel dijo que lo primero que había que salvar era la cultura". Y agregó: "La cultura es el escudo de la nación."
En un profundo análisis, el historiador volvió la mirada sobre una medida adoptada por necesidades económicas y que tuvo significación para la cultura: la desactivación de centrales azucareros hace unos años.
Leal observó que el Jefe de la Revolución alertó entonces sobre la necesidad de convertir a esos ingenios en escuelas, de defender ese tesoro cultural "por lo que había significado el ingenio en la historia de Cuba". Y no se protegió ese patrimonio.
Maribel Amador, de la delegación de Mayabeque, pidió considerar el protagonismo del pueblo en todas las acciones de defensa de la identidad cultural. "Junto con la actualización del modelo económico cubano, tenemos que llegar al pueblo con una cultura de esencia transformadora, para seguir defendiendo la Revolución".
Al respecto, el delegado Tubal Páez dijo que "en la cultura el pueblo no es objeto, sino sujeto".
Abel Prieto insistió en que la defensa de la identidad es una de las grandes batallas de la nación cubana e hizo aclaraciones sobre el lineamiento referido a la enseñanza artística y el reordenamiento de la red de instituciones culturales.
La presidenta de la comisión, Margarita González, explicó que los lineamientos definen las políticas, y pidió mantener la implementación, el cómo, para otros documentos.
En ese caso también cayó la idea planteada por dos delegados, de Villa Clara y Holguín, en relación con la práctica masiva del deporte en Cuba. Jorge Alberto y Francisco Batista coincidieron en la propuesta de incluir una mención a la comercialización y el desarrollo de la industria deportiva nacional y local. Es la garantía para apoyar con implementos la práctica masiva del deporte, opinó Batista.
El invitado Cristian Jiménez apoyó este parecer e informó que el organismo deportivo estudia, junto con la Industria Ligera, vías para ampliar las opciones.
La Comisión también pasó revista a los lineamientos referidos al empleo y los salarios, así como a uno de los puntos más debatidos por la población: la eliminación de la libreta de abastecimiento. Los delegados consideraron como magistral la explicación ofrecida al respecto la víspera por el compañero Raúl y no se extendieron en el análisis de ese aspecto.
Consideraron igualmente otras propuestas referidas a la organización y la normación del trabajo y el empleo de los recursos humanos en la empresa socialista cubana.
Sobre el reordenamiento laboral, el delegado por Artemisa, Ángel Arzuaga, subrayó la importancia de realizar ese proceso, "sin prisa pero sin pausa", para eliminar las plantillas infladas y el paternalismo, tal y como se ha dicho.
Otro delegado, Lázaro González, consideró que velar por el proceso de idoneidad demostrada corresponde al proceso de dirección empresarial, también objeto de atención en otras comisiones.