SANCTI SPÍRITUS.— Varias fechas en la historia de la humanidad han coronado con laureles a la justicia: la Toma de la Bastilla, en 1789; el triunfo en Carabobo, en 1821; la capitulación del fascismo alemán, en 1945…
La victoria de Playa Girón, primera derrota del imperialismo yanqui en América, pertenece también a ese grupo de acontecimientos que escapan a la tinta de cualquier crónica, por su impacto en la historia vital de millones de mortales, así como en los ideales de progreso que han acompañado a los mejores exponentes de nuestra especie.
Por eso, miles de espirituanos celebraron el medio siglo de la epopeya. La capital provincial tuvo como escenario las inmediaciones del Memorial a los Mártires, a solo unos metros de la actual Feria Agropecuaria Delio Luna Echemendía, donde en 1961 se constituyó el Batallón 345, el cual jugó un rol fundamental en la derrota de los invasores, si tomamos en cuenta que logró capturar alrededor de 140 mercenarios, en medio de un infierno de metrallas, cocodrilos y lodo.
El combatiente Rafael García Salas recordó en el acto conmemorativo aquellos tiempos. Fueron días de alfa y omega para su existir. En Europa los Beatles habían sido descubiertos por el propietario de una tienda de discos que los lanzaría a la fama. En Berlín, Alemania, se fraguaba el proyecto para comenzar el muro que se convirtió en símbolo de la Guerra Fría. En todas las latitudes un soviético colaba su rostro en los diarios, al convertirse en el primer terrícola en visitar el espacio exterior.
En Cuba el hoy veterano Rafael y, muchos de su generación, también construían la historia. Este combatiente fue uno de los 800 espirituanos involucrados en los sucesos de Girón y en las acciones previas al desembarco.
Como recordó el testimoniante, siete compañeros de esta central provincia entregaron sus vidas en aquellos días, cuando nuestra islita tercermundista demostró que su voluntad revolucionaria no creía en fatalismo geográficos ni destinos manifiestos.
Muchos de estos guerreros permanecieron en la Ciénaga hasta el último momento del combate, bajo la brújula de Fidel. Para no pocos revolucionarios espirituanos Girón representó un examen inicial en esa universidad de valentía que fue luego la limpia del Escambray.
Por eso, el acto en la ciudad de Sancti Spíritus sirvió este sábado para recordar el orgullo de las nuevas generaciones hacia ese legado. Como planteó Yudilema Surera Pérez, la juventud que hundió barcos en Bahía de Cochinos es la misma que hoy lleva adelante el desarrollo científico, la educación y la salud.
La celebración fue propicia para ascender de grado militar a varios integrantes de las Milicias de Tropas Territoriales. También se entregó la Medalla Conmemorativa Aniversario 50 de los Órganos de la Seguridad del Estado y del Orden Interior.
Los festejos se extendieron además hacia las cabeceras municipales, donde rememoraron la victoria sobre aquellos soldados fabricados por el imperio, con una orfandad de ideales que los convertía en títeres menos costosos que las compotas por las que fueron canjeados.