Dos ancianos cultivaron en su patio dos nañes de 12 y 13 kilogramos, respectivamente. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
Que quien siembra recoge pueden asegurarlo ahora con asombrosa certeza Rafael Balado y Xiomara Fonseca. Lo menos que esperaban ambos ancianos es que desde un apartado rincón de su patio, en el municipio capitalino de Marianao, les emergiera tan sorprendente «aseguramiento» para navidades y fin de año.
Tan descomunal que, como bien dicharachea el criollo, ahora tienen pa’ comer, pa’ llevar, y hasta para repartir. Cuando hicieron la siembrita, hace unos nueve meses, esperaban obtener ñame, pero no ¡ñaaaaaaaaaaaaaaaaaaaames!
Los dos ejemplares, de 12 y 13 kilogramos respectivamente, y un metro ochenta centímetros de largo, acaban de extraérselos a la tierra.
En la incógnita están ahora con la otra planta que sembraron junto a esta, pegaditas al muro que protege el patio y la casa. Y aunque no saben si la cosecha será tan estupenda, esta extrañeza les cargó las pilas para sembrar más.
A fin de cuentas demasiado trabajo no les dieron, pues los ñames que ya saborean estaban en un lugar donde no les caía mucha agua, y ellos tampoco les echaban. Incluso, una hija cuando barría quemaba las hojas cerca de donde estaban plantados.
¡Nada!, como aseguran nuestros abuelos, esta isla solo no pare, lo que no le siembran.
Y para tener algo de comparación, los ñames de la pareja, pese a ser verdaderamente respetables, se quedaron muy por debajo del obtenido por el profesor panameño Julio Yao, ex diplomático y catedrático universitario, que según El Siglo digital buscaba poner en el libro de récord Guinness uno de 90 libras cosechado en su finca.
Cuenta el diario que luego del hallazgo quiso hacer muchas cosas: disecarlo, llevarlo de feria en feria...
A Domitilo Jiménez, un investigador de raíces y tubérculos del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá, no le quedó más remedio que admitir que «el ñame de Yao es un caso especial».
«No tengo conocimiento de que se haya cosechado un tubérculo de ese tamaño en Panamá. Ni siquiera en experimentos», apuntó.
Para el especialista, el caso pudo haber sido obra de las condiciones del suelo o de otros factores, porque en su país se han obtenido ñames de hasta 12 libras —todavía por debajo de los logrados por los abuelitos cubanos— pero no de 90, dijo.