Para quienes temen a los pinchazos en un análisis de sangre, un nuevo método de diagnóstico llamado microarreglo podría ser la cura de su fobia, según se reveló en el Tercer Seminario Internacional de Nanociencias y Nanotecnologías, donde los cubanos también muestran avances en estas disciplinas.
La opción, que pudiera confundirse con minirretoques cosméticos, consiste en una matriz de pequeños puntos con goticas de nanolitros donde se deposita un sustrato que reacciona con una pequeña dosis de sangre del paciente, para luego develar los virus o bacterias que aquejan al enfermo.
Miguel Ángel García Álvarez, investigador del Centro de Inmunoensayo del Polo Científico de la capital, presentó al evento este proyecto loable económicamente. «Lo significativo es que con una pequeña muestra de sangre se pueden detectar múltiples patologías o hacer al mismo tiempo múltiples ensayos a la sangre de un paciente. El método clásico permite que una muestra solo sea suficiente para un análisis; y por eso es que a veces, cuando nos van a sacar sangre, es una jeringuilla completa, lo cual resulta molesto. Esta propuesta sugiere una gota para todos».
El experto explicó que a la gota de sangre se le extrae el plasma, el cual se deposita sobre la superficie del microarreglo, comprendido en un área de seis por seis milímetros. La sangre reacciona con los reactivos de cada punto, y luego, mediante un lector de una cámara que capta la imagen fluorescente, se analiza si el veredicto es positivo o no.
Este método ya existe en el mundo y Cuba lo ha aplicado teniendo en cuenta sus condiciones y tecnologías. No está implantado en nuestro sistema de salud, pero se encuentra en etapa de desarrollo.
«Es por esencia más barato y efectivo, aunque precisa de un robot que toma los reactivos para construir el microarreglo, y el revelado y la lectura de la muestra también necesitan de una tecnología sofisticada», apuntó.
En las sesiones de este miércoles se demostró que nuestro país aspira a concretar diversos acuerdos de colaboración para la investigación en Nanotecnología, especialmente aplicada a campos como la biotecnología y la medicina.
Temas como la fabricación de nanohilos conductores, biosensores, el diseño computacional de nuevos materiales y reactivos utilizando esta moderna tecnología, entre otros, centraron las diversas discusiones en las sesiones de trabajo, donde expertos cubanos y de los países participantes también pudieron apreciar la estrategia de desarrollo de estas investigaciones en naciones como China, experiencia que pudiera resultar muy útil para la Isla.
A pesar de la complejidad de este tópico y de lo costosas que se hacen las investigaciones de este tipo, el potencial científico desarrollado durante años por nuestro país, y sus resultados concretos en esferas como la biotecnología, constituyen un punto de partida muy importante para el desarrollo de las Nanociencias y la Nanotecnología, uno de los mayores desafíos en la era post-genómica del siglo XXI, como apuntaron los organizadores del encuentro, quienes sostienen que ambas pueden desatar un impacto revolucionario en el diagnóstico y la terapia de múltiples enfermedades.
En estos momentos, si bien en etapa de despegue, Cuba desarrolla diversas investigaciones en la biomedicina, formulación de fármacos, imagenología y otras esferas afines, algunas de las cuales han sido expuestas en las sesiones del evento, que se clausura hoy en la tarde.