El moderno túnel de viento puede tener sustanciales usos en el reforzamiento de las medidas contra huracanes y la Revolución Energética. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 04:56 pm
Por vez primera en la historia de Cuba funciona un túnel de viento, ubicado en la sede central del Instituto de Meteorología, en Casablanca, en Ciudad de La Habana.
El ingeniero en telecomunicaciones Pablo de Varona de Varona, jefe del Departamento de Asistencia Técnica de la importante institución del CITMA, dijo a este diario que de este modo el país se convierte en el único de Centroamérica y el Caribe —y uno de los pocos de América Latina— que lo posee.
Se trata de una instalación aerodinámica y tubular, fundamentalmente de metal y fibra de vidrio, con un motor eléctrico muy grande que genera una corriente de aire muy pareja con velocidades de cero hasta 180 kilómetros por hora, similar al caso de un huracán categoría dos.
Desde enero de este año comenzó a funcionar el túnel, adquirido en Alemania a un costo superior a los 100 000 euros.
La operación de esta importantísima instalación se hace por una sola persona, ya que está completamente computarizada, como un sistema, aunque hay tres especialistas en el referido instituto entrenados para hacerlo, uno de ellos el ingeniero Pablo de Varona.
Al final el túnel posee una caseta de grueso acrílico transparente, que es la cámara de medición o prueba del conjunto.
Desde que comenzó a funcionar el dispositivo se emplea en la calibración de los anemómetros o instrumentos que miden la dirección y la velocidad o fuerza del viento.
En Cuba hay más de mil anemómetros con diferentes finalidades, marcas y modelos. Actualmente la calibración de uno solo de ellos cuesta en el extranjero 300 euros.
En el túnel se pueden probar otros medidores del flujo de aire, y pudiera emplearse para introducirle maquetas a escala con el fin de evaluar el comportamiento de diferentes objetos simuladores en presencia de vientos huracanados, como es el caso de maquetas de torres y de algunas edificaciones.
Tales maquetas dentro del túnel hacen posible prever cómo se va a comportar el objeto real ante el azote de un huracán. No se compró para eso, dice el ingeniero Pablo, pero puede llegar a servir con ese propósito.
A partir del segundo semestre de este año se explotará a plena capacidad en la calibración de anemómetros.
La utilidad práctica de este túnel en la Revolución Energética y en el trabajo de energía eólica es grande. La prospección eólica cubana necesita de anemómetros de gran calidad y exige que se compruebe su funcionamiento y estado de sus parámetros cada dos años, algo que puede ahora hacerse en esta instalación.