Los pioneros enviaron cartas y poemas a la convocatoria del concurso Te quiero porque..., auspiciado por la Organización de Pioneros José Martí. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
Razones para quererte
«Querida maestra Yamiris: Usted se prepara, estudia y nos enseña los contenidos, llenando nuestras páginas de números, flores y mariposas.
«Con ternura, amor y dedicación nos habla también de la historia, las ciencias y la geografía, y nos escucha, estimula y educa para la vida.
«Por esas razones la admiro y hoy aprendo con usted en el Aula Pedagógica cómo prepararme para ser una buena maestra, recordando a mis maestras anteriores y a usted».
Claudia Celia Londres Martínez, sexto grado.
Mi guía, mi luz
«Eres mi guía, la luz que ilumina la oscuridad del sol, entrega total de amor y paciencia, la sabia voz que me enseña la vida, porque me lo entregas todo a cambio de nada, porque sin ti sería imposible vivir, sería imposible decir amor». Mario Manuel Hernández Bárzagas, octavo grado.
Usted me enseñó a sentir
«Querida maestra: A usted que me enseñó a no sentir temor a equivocarme, y enmendó mis errores sin más que una puntada bien hecha.
«Le quiero confesar que me asusta el futuro sin usted, tendría que enfrentarme a un nuevo camino, aunque la calle de la vida es siempre la misma». Alicia García González, noveno grado.
Contar siempre con su paciencia
«Los alumnos nunca olvidan a sus profesores. Es imposible olvidar a quienes nos muestran cómo transitar por la vida. Los quiero también porque he podido contar siempre con su inmensa paciencia». Fernando Manuel Torres Chaos, noveno grado.
Amor inagotable
«Maestro. Vocación de amor y entrega, de grandes retos y una sola meta: llegar al alumno.
Si me pidieran opinión sobre los que ejercen esta carrera, no respondería, solo diría que mi aprecio es infinito, mi cariño profundo y mi amor inagotable». Maricarmen Martínez Fanjul, noveno grado.
Porque amas
Porque domas el verbo y la idea; / Porque levantas castillos de palabras; / Porque tocas la tierra y brotan flores; / Por tu risa y acaso por tus lágrimas; / Porque perdonas quizás; / Y porque amas… Claudia Celia Londres Martínez, sexto grado.
Gracias, maestra
Te quiero porque en mis días, eres la luz cada mañana. / Te quiero por tu mirada, que es fresca melodía. / Te quiero más cada día, y eso tiene una razón; /Nos preparas con tesón, para la patria servir; /Aseguras nuestro porvenir, y haces seguro el presente… Amanda Jerez Belisario, sexto grado.
Ejemplo de sacrificio
Temprano en las mañanas, te levantas muy sonriente, / porque sabes que empañas, la alegría del ambiente, / si no te ven en campaña, tus alumnos eficientes. / Aunque muy cansada estés, sigues de pie batallando / porque no aceptas revés, sigues alfabetizando. Zuley Hernández, tercer grado.
Forjadores del futuro
Sin ustedes los maestros, / que enseñan a sus alumnos. / Con deseo, no pretextos… / Con un día de homenaje, / a ustedes no les alcanza… / No sin antes confesar, / lo agradecido que estoy, / de ver crecer tu labor, / que cada día es mayor, / y tanto orgullo me ofrece. Lixander González Milán, octavo grado.
Vencedora del saber
Te comparo con el mar, con el viento, con la historia.
Tú eres toda la gloria, que un niño ansía tener.
Eres la dulce mujer, vencedora del saber, que enseñas a leer. Yadira A. Inda Canto, quinto grado.
Profe:
Gracias por ser tan recto e inteligente; / De usted aprendí a pensar; / De usted aprendí a ser inteligente; / De usted aprendí a ser capaz; / De usted aprendí a amar; / De usted aprendí a respetar; / De usted aprendí a diferenciar entre lo bueno y lo malo; / De usted aprendí a reír en los momentos que hay que reír; / De usted aprendí a ser intransigente… Káterin Valles Rivas, noveno grado.
Sinónimo de querer
Te quiero porque eres el despertar de mi Patria y la luna del saber, / pues siempre logras vencer, / en el paso de tu travesía, / siempre luchas de noche y de día para el mundo fortalecer; / a nuestras mentes embellecer… / Yo te quiero por ser el reflejo del amor, / y antónimo de dolor, sinónimo de querer; / en tu espalda han de nacer, alas de ángel divino / pues tu conocimiento yo estimo y tu forma de saber. Niorges Roberta Quirós Vanpierses, séptimo grado.