El Bastión 2009 concluye con la certeza de que las estructuras defensivas cubanas están listas para garantizar la invulnerabilidad militar del país. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
Sirenas, humo, fuego, bomberos de un lado a otro, camilleros, primeros auxilios… Mientras, decenas de personas miran un ejercicio que interrumpe la tranquilidad mañanera del sábado en Güines, poblado de La Habana localizado a unos treinta minutos al este de la capital, que fuera escenario de una de las prácticas del Bastión 2009.
El objetivo: evaluar la preparación y destreza de los hombres y la técnica que deberían utilizarse en caso de un golpe aéreo limitado, como preludio de una invasión.
La realidad, que para algunos pudiera ser ficción, bien podría estar a la vuelta de la esquina, como lo demuestran los últimos conflictos bélicos que han estremecido al mundo, donde los bombardeos enemigos contra blancos muy bien seleccionados han sido una de las estrategias preferidas.
Plantas de electricidad, de telefonía, abasto de agua, puentes, sede de organismos oficiales… conforman una lista de objetivos que pudieran bombardearse por aviones o misiles, incluso sin estar declarado explícitamente un estado de guerra.
La sorpresa del ataque sería un factor en contra. La inevitable presencia de civiles alrededor de estos objetivos, atrapados en un bombardeo tan irracional como inesperado, no puede descuidarse. De ahí la necesidad de prepararse para el peor de los escenarios.
En este caso, bomberos del Comando 13 y paramédicos del Sistema de Urgencia Médica, ambos de Güines, demostraron cómo actuar para extinguir un fuego o evacuar rápidamente a dos víctimas atrapadas en un local derrumbado tras un supuesto bombardeo.
Situaciones hipotéticas, maniobras tan reales como la posibilidad triste de que algún día la preparación de hoy pudiera ser necesaria para entrar en acción en el mañana.
Martí lo decía. «Hay que hacer la guerra para evitar la guerra».
Alta capacidad sanitaria
El Hospital Militar Central Luis Díaz Soto está preparado para recibir masivamente las bajas sanitarias que pudieran producirse, en caso de golpes aéreos limitados y otras acciones enemigas, típicas de la etapa de crisis que preludia las invasiones.
Lo anterior se corroboró en medio del Ejercicio Estratégico Bastión 2009, cuando el coronel Raúl Castillo, director del referido hospital, explicó el modo en que el personal de esa entidad se prepara para asumir una etapa como esa.
«Hay un momento en que dejamos de existir como unidad militar, porque entregamos nuestros médicos, especialistas, técnicos y enfermeros a otras unidades, y el resto del personal se pone a disposición del Consejo de Defensa Provincial, el cual les plantea misiones», afirmó el doctor Raúl Castillo.
Adujo que existen un conjunto de medidas que incluyen el traslado del aviso al grupo de mando, así como la movilización de los compañeros de ese grupo y las planas mayores de aseguramiento hospitalario de las unidades médicas en tiempo de guerra.
«Informamos la situación existente y ofrecemos a los subordinados los datos de interés. También concertamos los diferentes planes con que cuenta el hospital, principalmente el de liberación de capacidades y el de recepción de bajas masivas», apuntó el coronel Castillo.
El teniente coronel Jaime Parellada, vicedirector de Urgencias del Hospital Militar Central Luis Díaz Soto, dirigirá en esta entidad de salud todo el proceso de recepción de bajas masivas, si nos vemos al borde de la guerra o con ella declarada.
Explicó que la recepción de heridos se activa a partir del escenario donde haya sido creada la situación. Casi siempre en el cuerpo de guardia militar se recibe la llamada y esta debe rectificarse para ver si es veraz el evento reportado.
De ser cierta la información, averiguarán inmediatamente el mayor número de detalles: la forma en que se produjo, si hay explosión, gases tóxicos y derrumbes. También procurarán tener un aproximado de la cantidad de lesionados que serán trasladados al hospital.
Enfatiza que todo plan de recepción masiva de heridos conlleva una admisión y clasificación, porque hay una serie de recursos que no se les puede ofrecer a todos los lesionados. Se limitan las posibilidades de recursos humanos, materiales y de equipamiento.
«Para paliar esa situación en el área de cuidados especiales hay capacidades listas hasta para 50 bajas sanitarias. Es responsabilidad de la jefa de enfermería controlar la atención de estos lesionados mediante transfusiones, tablillas, vendaje, catéteres y otras medidas», señala.
Para la clasificación existen normas preestablecidas internacionalmente que se codifican por una escala de colores: rojo, amarillo, verde y negro. En el nivel del rojo se contemplan aquellas bajas que hay que tratar de inmediato con recursos disponibles en el hospital. Las clasificadas con el amarillo pueden ser diferidas, porque sus traumas pueden aguardar sin que sus vidas peligren (por ejemplo, un paciente con una fractura abierta de tibia o peroné). Con el color verde se clasifican las bajas sanitarias con problemas leves. Sin embargo, el color negro distingue a los agonizantes que están a punto de morir o ya fallecieron.
Advierte que la ética médica nunca debe fallar, pero ha de vestirse de gala en tiempos tan duros como para los que Bastión prepara a los galenos.
Cielo libre de afrentas
HOLGUÍN.— Para que el intenso azul del cielo patrio no vuelva a ser jamás mancillado, los combatientes de una gran unidad de defensa antiaérea del Ejército Oriental demostraron durante el ejercicio Bastión 2009 su alta capacidad y disposición combativas para repeler cualquier tipo de golpe de la aviación enemiga.
«¡Posición 1!, se había escuchado la voz de mando, y la poderosa rampa de lanzamiento de cohetes comenzó a moverse ágilmente hacia la ubicación exacta del objetivo en el cielo, gracias a la información obtenida a través del sistema único de exploración.
Tras ejecutarse un exitoso disparo, la tropa ejercitó, además, las maniobras de abandono de su posición en el terreno para desplazarse hasta la zona de desconcentración. Otros medios de combate apoyan la retirada. El enemigo solo podrá recoger en ese espacio los restos humeantes de su nave derribada.
La alta capacidad de los medios de defensa antiaérea se hace evidente en unos pocos minutos. La modernización constante del armamento han sido determinante para garantizar el cumplimiento exitoso de la misión, según las exigencias del arte militar moderno.
Los combatientes son, en su mayoría, reservistas de las FAR y continúan preparándose para evitar la guerra.
Paso a tiempo de guerra
CIENFUEGOS.— La demostración práctica del órgano de dirección y los trabajadores de una empresa de la economía en esta provincia, como parte del Bastión 2009, sirvió para puntualizar la ejecución de las medidas de la puesta en completa disposición para la defensa, al realizar de forma certera el paso a tiempo de guerra.
En este sitio tuvo lugar también el simulacro del desmontaje de tres máquinas herramientas que se evacuan hasta una zona protegida ante una posible agresión.
Cada pormenor —plan de aviso, disponibilidad de recursos, preparación general de los obreros, ubicación de ellos en las diversas estructuras de defensa, energía, abastecimiento de agua, traslado de máquinas y protección del centro— fue revisado.
De igual modo resultaron evaluados los detalles que darían vitalidad a la empresa en caso de una agresión militar.
Eficacia informativa
MATANZAS.— La prensa cubana ha demostrado la disposición de nuestro pueblo de combatir hasta la muerte si fuera necesario, expresada en este ejercicio estratégico.
Ramón Pacheco, fotorreportero matancero que estuvo en Angola en 1984, conoce bien la vida militar en campaña y afirma que este Bastión 2009 demuestra la fortaleza ideológica de nuestras tropas y las vulnerabilidades del enemigo.
El mensaje de nuestros medios de prensa es claro. Estamos preparados para la defensa y sobre todo lo costoso que sería para Estados Unidos una agresión militar a Cuba.
En nuestro recorrido por varios lugares vinculados al Ejercicio conversamos con la periodista de radio Martha Fernández, quien sostiene que una vez más se demuestra la eficacia informativa: «En particular el adiestramiento militar que los periodistas hemos recibido, con el propósito de estar capacitados para asumir con responsabilidad las misiones de dar a conocer al pueblo todo lo relacionado con la preparación para la defensa».
La prensa cubana está preparada para informar y contribuir al cumplimiento de las tareas y misiones que sean planteadas por los diferentes órganos de dirección y de mando.
Según Clovis Ortega Castañeda, director del periódico Girón, a partir de las experiencias del Bastión 2004, el Ejercicio Moncada 2008, los Días Territoriales de la Defensa y los cursos y entrenamientos al personal periodístico, durante este Ejercicio se divulga de forma exitosa la preparación y cohesión combativa adquirida por las tropas, y en particular de los jóvenes, como pilares del sistema defensivo.
«Demostraremos la invulnerabilidad militar alcanzada bajo la guía del Partido», enfatiza Ortega.
La garantía de servicios vitales
SAN JUAN Y MARTÍNEZ, Pinar del Río.— Durante el ejercicio Bastión 2009 se comprobó en el Consejo de Defensa Municipal (CDM) de San Juan y Martínez el aseguramiento de los servicios a la población en tiempo de guerra.
Se activaron en el CDM los diferentes subgrupos que desarrollan esas acciones durante un período de amenaza.
Todo se prevé y chequea por parte de los diferentes subgrupos subordinados al Consejo, que tienen la misión de garantizar la subsistencia ante un posible golpe limitado por parte del enemigo.
Igualmente el CDM puntualizó las acciones del subgrupo de trabajo político ideológico y del Partido, que también tiene sus misiones de respuesta rápida durante una situación de amenaza.