La enseñanza de la Veterinaria en Cuba es un reto grande. Es cara, requiere muchos recursos y laboratorios donde los alumnos puedan trabajar con animales. No obstante, estamos en un muy buen momento, pues hoy se estudia la carrera en 19 municipios del país, y antes solo se impartía en cuatro.
Así expresó a este diario María Irene Balbín, rectora de la Universidad Agraria de La Habana, quien participa en el XXI Congreso Latinoamericano de Avicultura.
La especialista explicó que el incremento de disponibilidades para estudiar la especialidad de Medicina Veterinaria y Zootecnia ha sido posible gracias a la colaboración entre el Ministerio de Educación Superior y el de la Agricultura.
«Este último nos ha proporcionado las empresas donde se puede llevar a cabo este programa y los profesionales necesarios para impartir la docencia, y además ha puesto a nuestra disposición todas las entidades que posee para que los alumnos puedan realizar sus prácticas.
«La enseñanza veterinaria cubana enfrenta hoy los mismos desafíos que en el resto del mundo: trabajar en función de las investigaciones relacionadas con cómo combatir las diversas enfermedades que atacan a los animales y que pueden a la vez afectar al ser humano, ya sea mediante el contacto con ellos o a través de la alimentación.
«Por ello, la salud veterinaria se relaciona cada día más con la salud humana, para evitar la transmisión de todas las enfermedades que están emergiendo constantemente en el mundo. Se habla de un buen manejo y una adecuada nutrición del animal, de forma tal que este sea sano y no se enferme, y así nos cuidamos también nosotros».