PINAR DEL RÍO.— Quiso el azar que un periodista curioso y sensible escuchara en la Universidad de Costa Rica, en el año 2003, el concierto de dos poetas cubanos, el dúo Ad Libitum —María de las Nieves Morales y Leonel Pérez—, también trovador.
Nada se sabía en aquella nación de los cinco cubanos antiterroristas que cumplen desmesuradas condenas en Estados Unidos, después de un tortuoso caso en extremo politizado.
La pareja, unida en la vida y en el arte, rememoró para Juventud Rebelde cómo una canción logró que miles en Costa Rica escucharan por vez primera una historia ocultada por la gran prensa del mundo occidental.
Al finalizar recientemente en Pinar del Río su gira nacional, iniciada en Santiago de Cuba, Ad Libitum, conversó sobre este puente tendido por el arte pocos minutos antes de iniciar su presentación en el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz.
Era 26 de Julio«Era 26 de julio de 2003 y participábamos en una gala por la histórica fecha en la Universidad de Costa Rica, junto a varios trovadores y el dúo Enigma, recuerda Leonel.
«Al final del espectáculo se nos acercó un hombre joven, se identificó como periodista y nos invitó a repetir nuestra actuación en un programa televisivo de mucha audiencia.
«Aceptamos. En la conversación María de las Nieves le comenta que un poeta de Costa Rica, Jorge de Bravo, quien murió prematuramente, a los 29 años, tenía un soneto que le recordaba a Antonio Guerrero.
«¿Quién es Antonio Guerrero?, preguntó nuestro anfitrión. Entonces le relatamos la historia de René, Fernando, Gerardo, Antonio y Ramón, detenidos en Estados Unidos desde 1998. Le hablamos de los versos Regresaré, escritos por Tony y musicalizados por Polo Montañez.
«Él se quedó muy sorprendido y preguntó, ¿si les doy dos páginas en el periódico El Guapileño, ustedes podrían escribir sobre este caso?
Accedimos y redactamos una crónica de 11 cuartillas que titulamos Crónica de una verdad tristemente ocultada, que fue publicada íntegramente.
«Inicialmente yo no creía que lo fueran a publicar; no le quitaron ni una letra. Aquel periódico, que circula en una ciudad de nombre parecido, tiró 20 000 ejemplares, y unos 2 000 se los llevaron los norteamericanos que se encontraban en una feria en Costa Rica. Era la primera vez que un medio de comunicación de aquel país reflejaba el tema de los Cinco.
«Es conmovedor ver cómo el arte puede llegar a lugares que tradicionalmente se cierran ante intereses políticos», enfatiza Leonel.
Eso ocurrió en agosto de 2003 y en enero de 2004 el dúo Ad Libitum volvió a Costa Rica, en ocasión del 28 de enero, natalicio de José Martí. Allí presentaron el concierto dedicado al Apóstol y también Si no creyera en la esperanza, motivado por el caso de los cinco antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos, que también fue presentado posteriormente en Nicaragua, en Honduras, en el teatro Amadeo Roldán y en la universidad de Ciencias Médicas Victoria de Girón.
En el 2008 el dúo arribó a sus diez años de existencia y casualmente los Cinco cumplieron similar cantidad de tiempo en prisión.
Relata María de las Nieves que las esposas y los familiares de los antiterroristas cubanos asistieron a la citada presentación en el Amadeo Roldán, y que mantienen con ellos muy buenas relaciones.
El 18 de septiembre, fue la presentación en Bellas Artes, a partir de la cual el Ministerio de Cultura los ha apoyado en multiplicar este mensaje de solidaridad.
Poco tiempo después, el 18 de octubre, actuaron en ese propio ministerio, en el que representantes de la FEU presentes los invitaron a la CUJAE.
Y así, entre versos, se multiplica la conciencia y la información acerca de los Cinco. Sobre Balada de Adriana y Gerardo, comenta María de las Nieves que se trata de un encuentro imaginario, que el dúo —de carácter dramático y musical (trova y narración oral escénica)— recrea a partir de dos poemas de Jorge de Bravo (1938-1967).
«De Bravo es en Costa Rica —explica la entrevistada— como una especie de Nicolás Guillén, la gente lo recuerda con admiración. Era el mayor y único varón de cinco hermanos. Nació en un sitio llamado Guayabo, donde no había escuela, por ello la madre le enseñó el abecedario y a escribir su nombre. Lo hacía en hojas de plátano. Dio a conocer años después sus primeros versos en un periódico llamado El Turrialbeño. Cuando recién había matriculado en la Universidad murió en un accidente de moto».
El dúo Ad Libitum, cuyos integrantes poseen numerosos premios literarios, combina canciones de Leonel, tales como Si solo ves con el corazón, con poemas de Vallejo, Cortázar, Benedetti, Violeta Parra, Antonio Cisneros y en ocasiones El violín de Becho, de Alfredo Zitarrosa:
«Becho toca el violín en la orquesta/ cara de chiquilín sin maestra/ y la orquesta no sirve, no suena/ sin violines cansados que duelan/ Porque a Becho le duelen violines/ que son como su amor chiquilines»...
Un canto al amor y a la amistad son sus presentaciones, en las cuales la guitarra de Leonel sabe a Sur, con toda la intensidad de la palabra, mientras María de las Nieves declama con tono dramático, en el cual reina el espíritu del continente, unas veces indio, otras mestizo y en ocasiones con pasión de arrabal.
El dúo integró la primera brigada artística que actuó en Pinar del Río después de los vendavales. Y en su más reciente visita se presentó, en el Hermanos Loynaz, ante un auditorio mayoritariamente estudiantil convocado por la poesía.
El concierto a los cincoLa presentación dedicada específicamente a los cinco antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos está conformada por 15 números montados por el dúo a partir de poemas de Antonio, Gerardo, Ramón y René. Del primero de ellos es el soneto Euforia.
De René se incluyó una carta a su esposa Olga Salanueva, escrita en una poética prosa. También se incluye en el concierto una décima de María de las Nieves: Un hombre busca el cielo con sus manos/ detenidas al sur de la memoria/ ya ha perdido la línea divisoria/ entre un beso y la muerte/ con sus manos/ busca un hombre otra luz en los lejanos/ muros que amo/ dan su cordura al suelo/ simula una ventana, un sobrevuelo/ sin cadenas/ ala sur de la caída va una mujer de pie sobre su herida/ y el hombre con sus manos toca el cielo/.
Para Leonel es necesario que el mundo se acerque al caso de los Cinco como un tema humano, como forma de motivar que, desde cualquier ideología, se entienda de cuántos derechos han sido privados estos hombres.
Ad Libitum se prepara con vistas a llevar el mensaje sobre los Cinco a un lugar más lejano, Alemania, adonde fueron invitados para un festival de la prensa, en junio. También allí la música y los versos contribuirán a romper barrotes.