GIBARA, Holguín.— La construcción de 46 viviendas mediante la tecnología conocida como petrocasas, avanza a un 32 por ciento de ejecución dentro de una de las nuevas zonas residenciales que han debido destinarse en Gibara a las familias más afectadas por el huracán Ike.
Proyectadas en un terreno aledaño al reparto gibareño de Pueblo Nuevo, la totalidad de estos inmuebles se encuentran en distintos estadíos constructivos, en tanto 12 de ellas alcanzaron la fase de montaje de sus estructuras de plástico, gracias a la disponibilidad de los recursos y la relativa rapidez con que pueden levantarse, informó el ingeniero Fidel Ferrer, jefe de la obra.
Las petrocasas gibareñas se erigen sobre una plataforma de unos 14 000 metros cuadrados, previamente acondicionada por fuerzas especializadas del Ministerio de la Construcción, donde se sumarán viviendas de otras tecnologías constructivas como la llamada Sandino, hasta completar 163 hogares.
En la selección de nuevos asentamientos destinados a los afectados por Ike en la Villa Blanca de Gibara, los proyectistas han tenido en cuenta un mayor distanciamiento de la línea costera sobre el nivel del mar, para evitar el impacto de las penetraciones marinas, y que en el caso de la zona donde están enclavadas las petrocasas supera los 300 metros.
A la par de las acciones de reparación de viviendas y edificios multifamiliares, en Gibara se habilitó también un área en el reparto 26 de julio, donde una veintena de familias se beneficiaron con facilidades temporales, principalmente con empleo de madera, bloques y tejas de fibrocemento como cubiertas.
Con una población superior a los 72 000 habitantes, solamente en el municipio holguinero de Gibara se afectaron durante el evento climático casi 16 000 inmuebles, más de
2 400 de ellos con derrumbe total.
Una cifra superior a las 6 400 casas ya han sido recuperadas, en muchos casos mediante la utilización de materiales producidos de modo artesanal, en el propio territorio.