«Cuba asiste al Examen Periódico Universal en defensa de la verdad. Estamos abiertos al diálogo y brindaremos la información y aclaraciones necesarias. Solo exigimos respeto», declaró a Juventud Rebelde María del Carmen Herrera Caseiro, subdirectora de Asuntos Multilaterales del MINREX.
La referencia conceptual de la joven diplomática anuncia la posición de principios que lleva Cuba a su próxima presentación ante el procedimiento evaluativo instaurado en el Consejo de Derechos Humanos, donde 48 países ya han rendido cuenta de su actuar en ese abarcador e importante tema, y el 5 de febrero lo harán la Isla y otros 15 Estados.
—¿Acaso tiene esta evaluación igual intención que las realizadas durante años por la desacreditada Comisión de Derechos Humanos?
—La nociva práctica impuesta por los países occidentales de utilizar la Comisión de Derechos Humanos como un foro para acusar e imponer resoluciones selectivas e injustas contra los países del Sur, condujo a una espiral de confrontación y politización que terminó hundiendo en el descrédito a este órgano.
«Lejos de cumplir con su mandato, se hizo cada vez más claro que lo que se dirimía allí no eran propiamente preocupaciones legítimas sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, sino el cuestionamiento de las ex potencias coloniales, lideradas por Estados Unidos, a los países que pretendieran seguir un modelo político, económico y social propio.
«La CDH se transformó de hecho en un tribunal inquisidor contra los países del Sur, donde los países del Norte, comenzando por Estados Unidos, tenían garantizada su impunidad.
«En nombre de una supuesta "defensa y protección de los derechos humanos", EE.UU. y algunos de sus aliados, se arrogan el derecho a intervenir en los asuntos internos de otros Estados, a desarrollar guerras, campañas y adoptar y reforzar medidas contra un grupo de países del Sur que simplemente han decidido escoger un camino de desarrollo propio».
—Así trataron a Cuba...
—Sí, en este contexto se enmarcó el ejercicio anticubano que durante 20 años impuso, mediante brutales presiones y chantajes, el gobierno estadounidense contra Cuba, en su afán de tratar de justificar su política de bloqueo y agresiones contra nuestro país, bajo el pretexto de supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba.
«Contra nuestro país y otros, emplearon esta manipulación política de sus trabajos, aplicaron dobles raseros y prácticas selectivas y discriminatorias; sumieron a la CDH en el más profundo descrédito. Esta actuación condujo a su desaparición y fue reemplazada por el Consejo de Derechos Humanos, establecido mediante la resolución 60/251 que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 15 de marzo de 2006.
«Pero el texto de dicha resolución no representó un punto de balance entre las posiciones defendidas por los países del Sur, que son la mayoría, y los del Norte. De hecho, nada en el texto limita la perniciosa práctica de imponer resoluciones políticamente motivadas contra los países del Sur, sin sujeción o respeto a criterio alguno, como ocurría en la CDH.
«A pesar de ello —subraya la funcionaria del MINREX—, EE.UU. votó en contra del proyecto de resolución. Las concesiones arrancadas no le parecieron suficientes, en su afán de lograr que el nuevo órgano fuese todavía más manipulable en función de sus intereses y apetitos hegemónicos. Su ambición desmedida lo llevó al punto de abandonar el Consejo ante la imposibilidad de lograr todos sus objetivos».
—¿Cuál fue la posición cubana al respecto?
—A pesar de los lastres con los que nacía el nuevo órgano, lo apoyamos junto a la inmensa mayoría de la comunidad internacional, dando muestras de firme compromiso con la causa de los derechos humanos, y nuestro país resultó electo como miembro fundador del Consejo con el apoyo de 135 países; mientras que Estados Unidos ni siquiera presentó su candidatura ante el temor de no resultar elegido en una votación que es secreta.
«Debemos resaltar que el logro de un mejor balance geográfico en la composición del nuevo órgano, a pesar de la disminución en su membresía, ha permitido una mayor influencia e impacto de las posiciones mayoritarias de los países del Sur en debates y en decisiones temáticas dentro de este órgano.
«Cuba, en su capacidad nacional y en su condición de Presidente del Movimiento de Países No Alineados, ha venido desempeñando un activo y preponderante papel en los trabajos del Consejo. Fue nuestro país, en nombre del MNOAL, el que promovió la sesión especial del Consejo para abordar el impacto negativo de la crisis alimentaria sobre el derecho a la alimentación. Cuba, como Presidente del Movimiento, también promovió la reciente sesión especial de este órgano que abordó las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por Israel contra el pueblo palestino en su agresión a la Franja de Gaza».
—Entonces, ¿cómo actuará el Consejo?
—El elemento más novedoso y distintivo del órgano creado fue el establecimiento del mecanismo de Examen Periódico Universal, al cual deben someterse todos los Estados Miembros de las Naciones, sin excepción, cada cuatro años, para rendir cuentas de su desempeño en materia de derechos humanos.
«Además de subrayar que son todos los Estados sin excepción, te añado, que está concebido como un mecanismo cooperativo, en el que también todos los Estados deben ser tratados en condiciones de igualdad.
«El examen de cada país transcurre durante tres horas, en las que se establece un diálogo interactivo entre el país objeto de revisión y el resto de los Estados Miembros de las Naciones Unidas que deseen intervenir formulando comentarios, preguntas y recomendaciones.
«El resultado de este debate se recoge en un informe que adopta el Grupo de Trabajo del Consejo de Derechos Humanos que fuera establecido para este fin», nos dice María del Carmen.
«Para facilitar el examen, incluida la preparación del informe resultante del debate, se selecciona previamente por sorteo una troika de países que, con la plena participación del Estado concernido, acompañan el proceso. En nuestro caso esa troika está integrada por Uruguay, Gabón y Bosnia Herzegovina».
—¿Cómo harán el trabajo, de dónde procede la información?
—Las principales fuentes para el examen de los Estados son: un Informe Nacional que presenta el gobierno del país objeto de examen, una compilación preparada por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sobre la base de las informaciones procedentes de fuentes del Sistema de las Naciones Unidas —en este caso me refiero a los informes de los procedimientos especiales, órganos de tratados y otras—, y un resumen preparado también por esa Oficina sobre la base de las contribuciones enviadas por organizaciones de la sociedad civil.
«Es bueno conocer que no vamos a ser los primeros en informar, pues hasta el momento se han sometido al mecanismo un total de 48 países, 16 en cada una de las tres sesiones del Grupo de Trabajo del Consejo. Como resultado de estos exámenes se han derivado un conjunto de recomendaciones que se le formulan a cada país, que como promedio han alcanzado una cifra de alrededor de 30 o más recomendaciones.
«A Cuba le corresponde someterse a este examen ante el Consejo de Derechos Humanos el próximo 5 de febrero, en el marco de la Cuarta Sesión del Grupo de Trabajo de este órgano, y las conclusiones de esa revisión, es decir el informe resultante, serán adoptadas apenas unos días después, el 9 de febrero.
«Además deberán comparecer en esta sesión de 2009 otros 15 países: Alemania, Djibouti, Canadá, Bangladesh, Rusia, Azerbaiján, Camerún, Arabia Saudita, Senegal, China, Nigeria, México, Mauricio, Jordania y Malasia».
—¿Ya Cuba entregó su Informe?
—Por supuesto. Se entregó el Informe Nacional el 31 de octubre del año pasado (2008), y es un documento abarcador y resultado de un proceso amplio y participativo de consultas que involucró a numerosas instituciones del Estado, incluida la Asamblea Nacional del Poder Popular, y más de 300 de organizaciones no gubernamentales cubanas.
«Lo califico de abarcador porque, además de una breve síntesis histórica en la que se establece que fue el Triunfo de la Revolución el 1ro. de enero de 1959, lo que permitió a nuestro pueblo alcanzar las condiciones para el disfrute pleno y universal de los derechos humanos, en varios capítulos se informa ampliamente sobre nuestros sistemas político y jurídico, acerca de los derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales.
«Además, hay informaciones claras en otros capítulos sobre el sistema de protección de los derechos ciudadanos y el sistema penitenciario, así como la forma en que Cuba ha cooperado con la maquinaria de derechos humanos de las Naciones Unidas, y también cuáles son los obstáculos y problemas.
«No es ocioso reiterar que la política hostil y agresiva de consecutivas administraciones estadounidenses y, fundamentalmente, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace 50 años, han sido los principales obstáculos para que el pueblo cubano pueda disfrutar plenamente los más vitales derechos humanos».
—Usted mencionó la participación de las ONG cubanas en este proceso, ¿puede darnos algunos datos al respecto?
—Más de 200 ONG cubanas enviaron sus contribuciones a la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos como aporte a la elaboración del resumen que prepara esa institución. El Foro de ONG cubanas, celebrado el 19 de septiembre de 2008, adoptó una declaración que también fue remitida a dicha Oficina en Ginebra como contribución.
—¿En qué condiciones se llegará a nuestro examen por el Consejo?
—Cuba comparece ante este examen en condiciones favorables y de igualdad, luego de que en el 2007 el Consejo de Derechos Humanos decidiera por consenso la eliminación del espurio e injusto mandato anticubano, impuesto por los Estados Unidos en la desaparecida CDH, decisión que fuera posteriormente refrendada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Fue precisamente nuestro país el que en nombre del MNOAL promovió la resolución que endosó las decisiones del Consejo, frente a las maniobras de Estados Unidos dirigidas a destruir el acuerdo logrado.
«Cuba tiene un digno historial, ejecutado por la Revolución, en materia de promoción y protección de los derechos humanos para todas las cubanas y cubanos. A la vez, hemos trabajado por fortalecer y perfeccionar el Consejo de Derechos Humanos, en particular su mecanismo de Examen Periódico Universal, buscando impedir que se entronicen las nocivas prácticas que hundieron a la CDH, de las que no está exento este órgano y su mecanismo.
«Así que esperamos que no se vea ensombrecido por los lastres del pasado y que la cooperación internacional y constructiva logre abrirse paso como única vía para promover y proteger efectivamente los derechos humanos. Veremos.
«Debo decir que la nación comparece ante el mecanismo de Examen Periódico Universal convencida de que el diálogo genuino y respetuoso, con apego a los principios de objetividad, imparcialidad y no selectividad, es el sustento imprescindible de la cooperación internacional en materia de derechos humanos.
«Cuba asiste al Examen Periódico Universal en defensa de la verdad. Estamos abiertos al diálogo y brindaremos la información y aclaraciones necesarias. Solo exigimos respeto», enfatizó la Subdirectora de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
—Una última pregunta: ¿quiénes nos representarán en el escrutinio del CDH?
—Aclaro que la delegación cubana que nos representará tiene un carácter multisectorial, y estará encabezada por la Ministra de Justicia, la compañera María Esther Reus, y el Viceministro Primero del MINREX, el compañero Bruno Rodríguez Parrilla.
«Ellos, en nombre del pueblo cubano, defenderán nuestro "derecho a la vida, a la paz, a la libre determinación y al desarrollo", como se especifica en las Conclusiones del Informe Nacional al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos».