Lage enfatizó que el país está en condiciones de atender los problemas originados por la tormenta tropical Fay. Foto: Carolina Vilches FALCÓN, Villa Clara.— Los daños que hay aquí se pueden recuperar en poco tiempo, fue el mensaje de aliento de Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, a los habitantes de esta localidad, tras apreciar los destrozos causados por la crecida inusitada del río Jagüeyes como resultado de las lluvias de la tormenta tropical Fay.
El miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente del Consejo de Estado enfatizó que el país está en condiciones de atender los problemas originados por el fenómeno atmosférico también en otros lugares como en Agabama, en Sancti Spíritus; Cumanayagua, en Cienfuegos, y Pilón, en Granma.
Carlos Lage destacó que en una situación como la ocurrida, en que la tormenta no produjo grandes daños, la respuesta puede ser más inmediata. A modo de ejemplo, precisó que las viviendas dañadas a nivel nacional se calculan entre 400 y 500.
Subrayó que resulta imposible predecir la caída en determinado lugar de intensísimas lluvias en un corto tiempo, como aconteció en esta localidad y en otros lugares del país.
Lage elogió la reacción de los vecinos, del Consejo Popular, la respuesta del municipio y la provincia para enfrentar la inundación que no dejó muertos o heridos.
Pobladores del barrio La Granja, donde viven más de 800 personas, el más afectado de Falcón, narraron a Lage, a Roberto López, integrante del Secretariado del Comité Central, y a Omar Ruiz Martín, primer secretario del Partido en Villa Clara, los detalles de la tragedia que vivieron el lunes último, cuando un aluvión afectó a más de 200 viviendas, prácticamente en cuestión de minutos.
Miriam Sarduy, quien incitó a la gente a correr hacia una loma cercana para preservar la vida, contó que la lluvia comenzó pasada la una de la madrugada y mucha gente despertó con el agua en la rodilla, era increíble lo que estaba ocurriendo, enfatizó.
Hubo que sacar gente utilizando una goma de camión halada por una soga, y un grupo que quedó aislado fue rescatado por un equipo de salvamento de las fuerzas del Ministerio del Interior.
Magali Cobas sigue aún sin explicarse cómo pudo el agua invadir el barrio de una manera tan rápida.
Sobre el particular, Roberto López explicó que se imponía investigar ahora más a fondo las causas, más allá de las intensas lluvias, que pudieron contribuir a ocasionar el desbordamiento del río, revisar sus cauces, y tener muy en cuenta en lo adelante esta experiencia en la zona para futuros fenómenos atmosféricos.
Subrayó que era necesario recuperar todo lo que se pudiera, tanto de los equipos electrodomésticos como materiales que sirvan para reparar o construir las viviendas.
Luego de escuchar los relatos de los vecinos, Carlos Lage expresó su admiración por ellos, porque fueron los primeros en reaccionar para enfrentar la inundación, cooperaron entre ellos solidariamente, actuaron con serenidad y confianza en que llegaría de inmediato la ayuda, como sucedió.
En el barrio La Granja, de Falcón, todavía se apreciaban la víspera las huellas del aluvión del Fay, pero el ajetreo era intenso para resarcir los daños, mientras llegaban materiales para la construcción de las 16 casas derrumbadas y el arreglo de otras 31 con afectaciones de diferentes magnitudes.