El Programa Nacional de Trasplante de Órganos y Tejidos, creado hace más de 30 años, ha beneficiado a más de 4 000 cubanos, lo que demuestra el altruismo y la solidaridad de los donantes.
El gesto de ofrecer una parte de uno mismo constituye un acto de gran amor, manifestó a la AIN la doctora Sofía Sordo, psicóloga y jurista, quien participó en el V Seminario Internacional de la Red para la Determinación y Certificación de la Muerte.
El doctor Anselmo Abdo Cuza, coordinador del grupo de trasplante del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas, explicó que desde 1970 se han realizado en Cuba más de 4 000 trasplantes renales, 130 de corazón, más de un centenar de hígado, entre otros, cuyos resultados son comparables con países desarrollados.
Cuba es de referencia en Centroamérica y el Caribe y ocupa el primer lugar en el programa de trasplante y la organización de la obtención del donante en la región.
Además, tiene un rol protagónico en la Red Iberoamericana, que incluye la detección temprana y conversión de donantes potenciales a reales, pilar básico de la trasplantología, aseveró el doctor.
El trasplante es un proceder caro, de países del Primer Mundo, y Cuba realiza ingentes esfuerzos por ofrecer este servicio, con el cual se eleva la expectativa de vida y con calidad a los necesitados.
Por citar ejemplos, un trasplante hepático puede costar hasta 35 000 dólares y del corazón unos 70 000.
En el CIMEQ desde 1986 inició el trasplante hepático y luego del período especial, en 1999 se reinició ese programa en Cuba, donde se han realizado 127, con una supervivencia de casi el 80 por ciento al año, enfatizó el doctor Abdo Cuza.
El incremento de los trasplantes en Cuba se debe al desarrollo y consolidación de la detección, atención y mantenimiento de los donantes potenciales en las unidades de cuidados intensivos, así como al cuidado del donante multiorgánico, precisó el especialista.