El nuevo Planetario permitirá experimentar fenómenos físicos del Sistema Solar. Si a Usted le dicen que el universo descenderá a la Tierra para encontrarse con la historia del Sistema Solar, tal vez le parezca algo desatinado.
Pero el suceso podrá ser apreciado por quienes en el futuro visiten el edificio 309 de la calle Mercaderes, antiguo Cine Habana, en la capital, que se convertirá en la sede del Centro Cultural para la Ciencia y la Tecnología de La Habana, o Planetario, como ya es conocido.
La obra, ideada en 2004, avanza en su construcción con la asesoría del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente y la Oficina del Historiador de la Ciudad y su Dirección de Proyectos.
Este sitio, que debe terminarse en el presente año, creará un espacio para la popularización, la educación y las exhibiciones estudiantiles sobre ciencia, tecnología, astronomía, astrofísica, cosmología, cosmonáutica y la exploración espacial.
El elemento articulador de toda la muestra será el Sol, representado por una esfera de aproximadamente 11,65 metros de diámetro.
El interior del Planetario, con capacidad para 80 espectadores, permitirá a los visitantes una mejor comprensión del universo, mediante un conjunto de objetos y fenómenos propios del mismo, aseguró la arquitecta y proyectista de la obra, Silvia María Morales Pérez.
Según el ingeniero y también proyectista Abel Pérez Zúñiga, el proyecto cuenta con cuatro niveles. La planta baja incluirá áreas para juegos interactivos y didácticos, que permitirán experimentar fenómenos físicos del Sistema Solar.
En la segunda planta estará el Planetario, con una pantalla cóncava de fibra de vidrio destinada a la proyección de la bóveda celeste. El tercer nivel albergará la Sala Estelar y Galáctica; y la cuarta planta permitirá el acceso al Observatorio.
Esta obra surgió como parte de un acuerdo entre Japón y Cuba, aunque cuenta además con apoyo tecnológico de Canadá para el montaje de la estructura, y de España en la iluminación.
La capital contó con otro Planetario, que radicó en el Capitolio, pero con tecnología obsoleta.