E.A.: Tengo 21 años y desde los 17 comencé a observar que en mis genitales aparecieron dos manchas blancas, como las que suelen salir en otras partes del cuerpo, a diferencia de que las mías solo salieron ahí. Esto, como es lógico, comenzó a preocuparme. Pensé ir a un especialista de piel, pero me daba y me da pena. A mi familia no le he comentado nada, porque no quería que se preocuparan o pensaran mal de mí, porque hasta yo pensé que tenía una I.T.S., pero a la vez lo dudaba. No suelo tener muchas relaciones, más bien soy estable y responsable. Decidí escribirles a ustedes para saber qué debo hacer. ¿Por qué se puede dar esto? Ya esta situación me molesta. A veces me da hasta vergüenza estar con mi novio. Cuando se trata de una relación nueva es peor. Sé que es difícil dar un diagnóstico sin verme, pero necesito al menos un consejo.
Ciertamente, es imposible diagnosticarte sin observar. Los dermatólogos son los más capacitados para ayudarte (pues se trata de una lesión de la piel). Te recomendamos que asistas a tu médico de familia para que te oriente dónde acudir.
Las manchas que describes pueden tener diversas causas, pero llama la atención tu suposición de que sea una de las infecciones transmisibles sexualmente (ITS) y la idea de que existen razones para pensar mal de alguien aquejado por las mismas.
No es necesario ser inestable para contraerlas. Su padecimiento no refleja las cualidades morales de nadie. Basta con una relación desprotegida (sin uso del condón) y/o el contacto directo con lesiones de la pareja infectada para contagiarse.
Por temor a que piensen mal de ti estás postergando la solución de un problema innecesariamente. Es posible que nadie piense como supones excepto tú. Criterios peyorativos sobre quienes sufren ITS muchas veces encubren prejuicios, temores y conflictos asociados a la sexualidad de quien los porta.
Por ahora te sugiero ocuparte de inmediato de consultar personalmente a un médico. Luego podrías dedicar un tiempo a reflexionar sobre estos temores asociados a tu imagen.