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Expertos cubanos proponen que la obtención de biocombustibles no conspire contra la seguridad alimentaria y respete intereses sociales, económicos y ambientalistas. Foto: Roberto Morejón «Si los biocombustibles se usan racionalmente y se articulan a los intereses sociales, económicos y ambientalistas de los pueblos su impacto sería favorable. Lo que preocupa es la euforia de los países desarrollados que pretenden implantarlos aunque se afecte la seguridad alimentaria».
Valoraciones como la anterior, pertenecientes a Ramón Pichs, estudioso del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, matizaron el Taller ¿Energía o hambruna?, celebrado este martes en el capitalino Palacio Central de Computación bajo el auspicio de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
A propósito del Día Mundial de la Alimentación, criterios de especialistas de los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Agricultura e Industria Azucarera se transmitieron después del evento, a través del sitio http://foro.cubava.cu, donde previamente internautas de casi una veintena de naciones expusieron sus inquietudes relativas a los biocombustibles.
Las reflexiones del Comandante en Jefe Fidel Castro en torno al medio ambiente sirvieron de inspiración a este evento, que tuvo su precedente el pasado 5 de junio, cuando en la Isla se celebró el foro-debate con la misma temática de este Taller.
El cuidado de los bosques naturales, el uso racional del agua y la diversificación de fuentes energéticas fueron algunas propuestas para el desarrollo sostenible que se oponen al sobreconsumo de los países que refrendan la sustitución de los combustibles fósiles en el plazo de un decenio, sin valorar consecuencias.
