Foto: Calixto N. Llanes En un atardecer nublado en el parque 13 de Marzo, con el otrora Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, como testigo mudo de una de las hazañas más destacadas del movimiento estudiantil cubano, la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) celebró este sábado su aniversario 41.
La resonancia en el corazón nos lo advierte: estamos pisando sobre una Revolución y viviendo una hora latinoamericana. Cual sueño realizable, aquella generación que protagonizó la Reforma de Córdoba en 1918, sentenció la realidad de nuestra América con prácticamente 90 años de antelación, destacó Luis Arza Valdés, presidente de la OCLAE, al citar lo que consideró antecedentes de dicha organización.
En declaraciones a JR, Arza recordó que en la mayor parte de los procesos sociales del continente han estado presentes los estudiantes, «pero aún no estamos conformes», sentenció.
Añadió que las políticas neoliberales de los años 90 han fragmentado, intencionadamente, el movimiento estudiantil y provocaron que la participación de los educandos no tuviera la magnitud y la fuerza que se requiere.
Rescatar ese movimiento estudiantil para fortalecerlo y adaptarlo a las condiciones del continente, será el principal reto que llevaremos al próximo XV Congreso Latinoamericano de Estudiantes (Quito, Ecuador, 12 al 17 de noviembre de 2007), concluyó el dirigente estudiantil.
Destacados trovadores y jóvenes artistas ofrecieron un concierto en homenaje al cumpleaños de la OCLAE y la ocasión fue propicia además, para presentar el número 454 de la revista Alma Mater, que —según destacó su directora Tamara Roselló— ha sido la voz de los universitarios cubanos desde 1922, cuando Julio Antonio Mella la fundara para acompañarlos en su lucha por llevar la universidad fuera de sus muros y comprometerla con los cambios sociales que se estaban llevando a cabo en nuestro país.
Posterior al acto se desarrolló un emotivo encuentro entre ex presidentes de la OCLAE, en el cual participó Fernando Remírez de Estenoz, miembro del Secretariado del Comité Central del PCC. Todos coincidieron en la necesidad de aunar fuerzas para reunificar los grandes movimientos estudiantiles y juveniles que en otras épocas protagonizaron las luchas antineoliberales en la región.