Jesús Suárez Gayol El 3 de abril de 1967 el comandante Ernesto Che Guevara habló con Dantón (Jules Regis Debray, francés), y con Carlos (Ciro Roberto Bustos, argentino), quienes habían sido convocados por el jefe guerrillero a través de Tania (Haydée Tamara Bunke Bíder, argentina-alemana) para plantearles misiones de organización y apoyo a la lucha iniciada en Bolivia y planes perspectivos en Argentina, respectivamente.
Dantón y Carlos estaban deseosos de abandonar la guerrilla. En esta conversación el Che les propuso tres alternativas a la situación de ambos: seguir con la guerrilla, salir solos de la zona de operaciones o tomar el poblado de Gutiérrez y de allí en adelante buscar la mejor forma de llegar a La Paz. Tanto el francés como el argentino optaron por la tercera variante; el Che dio las instrucciones para su cumplimiento encaminándose el destacamento a Pirirenda, de donde seguirían a Gutiérrez.
El día 4 llegaron al caserío de Piraboy; uno de los peones del lugar escapó y como los combatientes conocían que el ejército estaba en los alrededores, determinaron buscar otro camino por donde continuar.
Rolando (Eliseo Reyes Rodríguez «San Luis», comisario político, cubano), que se encontraba al frente de la Retaguardia por estar enfermo Joaquín (Vitalio Acuña Núñez «Vilo», jefe de la retaguardia, cubano) informó el día 6 que cerca había apostados cien soldados. El Che le ordenó montar una emboscada en la confluencia de los ríos Ñacahuasú e Iripiti y allí se encontraban en la mañana del 10 de abril de 1967. La Compañía A de la IV División del Ejército Boliviano, con 120 efectivos al mando del mayor Rubén Sánchez Valdivia, avanzaba en esa misma dirección. En su diario Rolando narra la acción:
Rolando: Mantenemos la emboscada con diez hombres. A las 09:50 el centinela me dice que el ejército está bajando por el río; él calcula su fuerza 20 hombres aproximadamente. A las 10:20 comienza la lucha. Al cabo de tres minutos un enemigo está muerto y tres heridos, dos de los cuales mueren después y siete son capturados (11 víctimas en total). Cuatro soldados escapan. Tomamos seis Garand, diez M-1, un (ilegible) y cuatro Mausers. Perdemos a nuestro camarada Rubio, muerto de un tiro en la cabeza.
«Ramón (comandante Ernesto Che Guevara, argentino-cubano) envía toda la vanguardia de refuerzo y luego me ordena retirarme a la segunda posición. Le explico que he avanzado 250 o 300 metros para impedir que los cuatros soldados escapen y que el terreno nos permite impedirle al enemigo penetrarnos y él me ordena que continúe en mi emboscada. 1
El combate fue breve pero intenso. Rolando llegó hasta el Rubio que fue herido grave, comprobando que el disparo tocó una porción del cráneo arriba de la oreja derecha, llamando de inmediato a los médicos para que lo atendieran.
Che: Pronto llegaron las primeras noticias, con un saldo desagradable: El Rubio, Jesús Suárez Gayol, estaba herido de muerte. Y muerto llegó a nuestro campamento; un balazo en la cabeza. La cosa sucedió así: La emboscada estaba compuesta por ocho hombres de la retaguardia —un refuerzo de tres de la vanguardia, distribuido a ambos lado del río. Al informar de la llegada de 15 soldados, Inti pasó por donde estaba el Rubio y observó que éste estaba en muy mala posición, pues era visible desde el río. Los soldados avanzaban sin mayores precauciones pero explorando las márgenes en busca de sendas y por una de éstas se internaron chocando con Braulio (Israel Reyes Zayas, 2do. jefe de la retaguardia, cubano) o Pedro (Antonio Jiménez Tardío, Pan Divino, boliviano) antes de penetrar en la emboscada. El fuego duró unos segundos, quedando sobre el terreno un muerto y tres heridos, más seis prisioneros; al rato cayó también un suboficial y se escaparon cuatro. Junto a un herido encontraron al Rubio ya agonizante; su Garand estaba trabado y una granada, con la espoleta suelta, pero sin estallar, estaba a su lado. No se pudo interrogar al prisionero por su estado de gravedad, muriendo al rato, así como el teniente que los mandaba. 2
En la tarde del propio día 10 de abril, alrededor de 40 hombres de la Compañía A al mando de su jefe cayeron nuevamente en la emboscada dirigida por Rolando, esta vez reforzada por orden del Che con hombres del centro y la vanguardia.
Rolando: A las 17:00 el centinela reporta que el ejército avanza corriente abajo. A las 17:10 comienza una batalla que dura unos 15 minutos. Le infligimos al enemigo 26 víctimas: siete muertos, seis heridos, 13 prisioneros, incluyendo al mayor que comanda la columna, hecha de 120 hombres. Tomamos una Browning, una Billallol, un mortero, 15 granadas, 4 M-3, 2 M-1 y 5 Mausers. 3
Che: Cerca de las 17 llega la noticia que el Ejército avanza con grandes efectivos. Ya no queda más que esperar. Mando a Pombo (Harry Villegas Tamayo, jefe de los servicios, cubano) para que me dé una idea clara de la situación. Se oyeron disparos aislados durante un rato y retorna Pombo anunciando que volvieron a caer en la emboscada, hay varios muertos y un mayor prisionero.
Esta vez, las cosas suceden así: avanzaron desplegados por el río, pero sin mayores precauciones y la sorpresa fue completa. Esta vez hay siete muertos, cinco heridos y un total de 22 prisioneros. 4
Estas dos acciones en su conjunto constituyeron la más grande derrota que la guerrilla le causó al Ejército, en total: diez muertos, de ellos dos tenientes, 30 prisioneros entre estos el mayor, varios suboficiales y seis heridos.
La caída en combate del capitán del Ejército Rebelde Jesús Suárez Gayol, que se desempeñó en Cuba como viceministro del Azúcar, conmovió profundamente a todos sus compañeros de la guerrilla. En sentidas palabras de recordación para significar el ejemplo internacionalista de apoyo a la lucha del pueblo boliviano por su liberación, el Che expresó: «La primera sangre derramada fue cubana».
Fuentes:
1 Soria Galvarro, Carlos. El Che en Bolivia. Documentos y testimonios, t 4 Pág. 128.
2 Che Guevara, Ernesto. El Diario del Che en Bolivia, Págs. 164-165.
3 Soria Galvarro, Carlos. Obra citada, Pág. 129
4 Che Guevara, Ernesto. Obra citada, Pág. 165