D. Ch: Estoy casado hace dos años con una joven de mi edad. Tenemos un niño de 10 meses. Poco después de iniciado nuestro matrimonio ella dejó de tener deseo sexual. Nos pasamos hasta 20 días sin tener relaciones íntimas. Le digo que pueden ser orales, vaginales o anales, pero ella las pospone y si empiezo a acariciarla responde que está cansada debido a las tareas hogareñas. Sé que no me es infiel, pero ya me parece demasiado tiempo en la misma situación. A veces pienso que está conmigo por la seguridad material. No sé si serle infiel en la calle o dejarla. Tengo 27 años.
Mucho tiempo en la misma situación, pero no has agotado aún todos los recursos posibles antes de tomar las drásticas decisiones de la separación o la infidelidad, que pudiera funcionar como un paliativo pero jamás resolvería el problema. Pregúntale directamente por qué está contigo. Tal vez te ama, pero tampoco sabe cómo actuar mejor.
Pudieran acudir al médico de familia para que él realice un examen de la salud de tu esposa y los remita a un psicólogo, en caso de ser necesario. Obviamente, ella tendría que aceptar dicho procedimiento.
También debes tener en cuenta que la mayor parte del matrimonio ella ha estado embarazada o afrontando la crianza de un bebé que todavía no cumple su primer año. Este período, en cualquier matrimonio, implica un incremento brusco de responsabilidades. Si las madres no cuentan con suficiente apoyo familiar, puede ser agobiante. Es probable que ciertamente se encuentre fatigada y esto desvanece el deseo erótico.
Hasta ahora te has centrado en proponerle hacer el amor de diversos modos. Quizá sea más productivo ayudarla a descansar, a sentirse bien y contenta. Recuerda que el deseo femenino fluye al sentirse amada, comprendida, única y deseada.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y consejera en ITS y VIH/sida.