El atractivo físico puede ser un factor importante en la autoevaluación del sujeto como pareja potencial, según diversos estudios que demuestran la relación entre este y la felicidad, principalmente en las mujeres.
Sin embargo, los hombres valoran más los atributos de éxito y el nivel social, y su satisfacción se vincula a estos factores.
Las investigaciones demuestran que en las féminas la belleza física es más difícil de compensar con otros atributos. Para ellas generalmente ser agraciadas resulta más decisivo. Significa no solo un detalle superficial sino también la capacidad de atraer a un compañero.
El deseo de ser atractivo sexualmente comienza en la adolescencia y se refleja en la forma en que nos juzgan los demás y en la felicidad subjetiva.
No es de extrañar entonces que exista tanta preocupación por el aspecto físico, que seamos más o menos sensibles a los cumplidos y procuremos mejorar nuestra apariencia, destacan los especialistas.