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Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano y Julio Martínez, intervinieron en el primer día de la Conferencia. Foto: Juan Moreno Tenemos la responsabilidad de brindar a nuestra juventud las oportunidades y el protagonismo que les corresponde, manifestó el primer secretario de la UJC, Julio Martínez Ramírez, ante el plenario de la XIII Conferencia de Ministros y Altos Responsables de Juventud de Iberoamérica.
El dirigente juvenil apuntó que cada minuto que pasa es más urgente concertar políticas efectivas, adecuadas a las realidades de nuestros pueblos, y que los debates de este encuentro deberán dar respuestas concretas a las expectativas de los que en esta región, la más desigual del mundo, confían en que un mundo mejor es posible.
Explicó que casi la mitad de las personas del planeta son jóvenes menores de 25 años, lo que supone para esta generación el inmenso reto de garantizar el futuro de la humanidad.
Enfatizó que en Cuba sentimos la inmensa satisfacción y el compromiso real, de formar parte de un país que ha sido capaz de avanzar extraordinariamente en la atención a las nuevas generaciones.
El líder juvenil sostuvo que los resultados que hemos alcanzado son fruto, en primera instancia, de la enorme voluntad política nacida de una Revolución que lo cambió todo, preservando nuestras conquistas.
Denunció las fracasadas políticas neoliberales, que han sembrado el egoísmo, la desatención social y modelos de consumo insostenibles, sin cuya eliminación no se podrán superar las grandes barreras que impiden el cumplimiento de los Objetivos del Milenio.
«Impulsamos una alternativa diferente, encaminada a poner al hombre en el centro de todos los intereses y la solidaridad como vía justa y sostenible para el desarrollo de nuestra región, convencidos de que las diferencias abismales entre ricos y pobres, la falta de oportunidades, el analfabetismo y otras muchas formas de marginación frenan el avance de nuestra región.
El dirigente juvenil resaltó que la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), es hoy una realidad tangible. «Gracias a esta propuesta de integración diferente, ya en el 2005 Venezuela dejaba atrás el pesado lastre del analfabetismo. Ya superan los 220 000 hermanos de 17 países latinoamericanos que han sido operados, como resultado de la Operación Milagro.
En su intervención recordó que hoy cinco de nuestros mejores hermanos de la actual generación de cubanos, guardan injusta prisión en cárceles de Estados Unidos por haber asumido la necesaria misión de luchar contra el terrorismo.
«Nuestro país, que es parte del Sur subdesarrollado, y por muchos años víctima de un genocida bloqueo que nos ha causado pérdidas superiores a los 86 mil millones de dólares, ha sabido mantener su alegría, su optimismo y su deseo de vivir y trabajar en paz. Muchas son las limitaciones materiales que hemos tenido que enfrentar; sin embargo: ningún joven del mundo está más lejos de las drogas, de no tener escuelas, de pedir limosnas, de crecer sin vacunas, de no tener maestros y universidades, que un joven cubano» .
