«Queremos que todos los niños sientan, como nosotros, que somos lo más importante y lo primero que hay que atender en cualquier circunstancia», expresa el Manifiesto de los pioneros cubanos dado a conocer ayer en la clausura del IV Congreso Pioneril, en el teatro Karl Marx.
En el documento, colofón de tres días de arduos debates e intensas actividades culturales y recreativas, los más de 900 delegados e invitados afirmaron que los más pequeños van aprendiendo de la historia extraordinaria de nuestro pueblo, cuyas virtudes lo han transformado en una de las sociedades más justas y solidarias del planeta.
También hace un llamado a que desaparezcan las bombas y terminen las guerras, y a poner fin al hambre que mata a millones de seres humanos en el mundo.
Como es tradicional cada año, y en homenaje a Ernesto Che Guevara, se realizaron los actos de iniciación en la Organización de Pioneros José Martí. En el teatro, les fue impuesta la pañoleta azul a 45 pequeñines de primer grado de la capital, en representación de los más de 130 000 que la recibieron en todo el país.
Una bella gala cultural, en la cual tuvo un gran peso la interpretación de bailes tradicionales y folclóricos de Cuba y el resto de Latinoamérica, fue el colofón de la cita.
El elenco artístico lo formaron La Colmenita, Ismaelillo y Los Aragoncitos, entre otros.
En el acto se encontraban Esteban Lazo, miembro del Buró Político; Lázara López, integrante del Secretariado del Comité Central; Luis Ignacio Gómez, ministro de Educación; Julio Martínez, primer secretario de la UJC, y Miriam Yanet Martín, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí.