Como una expresión que distingue a los jóvenes cubanos y patentiza su compromiso con la Revolución fue valorado el hecho de que 1 239 842 niños y jóvenes y 64 468 profesores y maestros donaran días de sus vacaciones para laborar en diversas actividades de carácter productivo y social en los meses de verano.
Así lo consideró Julio Martínez, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, en un encuentro donde se informó de los resultados de la etapa y reconoció a los más de 50 organismos y entidades estatales que junto a la UJC dieron la posibilidad a niños y jóvenes de sentirse útiles en la sociedad.
«Cuando un estudiante renuncia a parte de sus vacaciones para con su esfuerzo contribuir al éxito de un objetivo, ello dice mucho de sus cualidades revolucionarias», reflexionó Rafael Núñez, funcionario del Comité Central del Partido.
Disímiles fueron las labores en las que niños, adolescentes y jóvenes estuvieron inmersos. Los más pequeños —797 456— agrupados en las Fuerzas de Acción Pioneril (FAPI), e inspirados en el lema que preside su IV Congreso (Mi futuro, ¡Revolución!), laboraron en el acondicionamiento de sus escuelas y en la reparación de los libros que consultarán en el venidero curso escolar. Otros continuaron en la arremetida contra el mosquito Aedes aegypti o en la recogida de materias primas, mientras no pocos visitaron los hogares de combatientes de la Revolución y dieron mantenimiento a tarjas y monumentos de su localidad.
De la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media se incorporaron 317 554 miembros a las BET. Los estudiantes de los planteles deportivos apoyaron la reparación de los mismos. Además, durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe visitaron los hogares de atletas, entrenadores y técnicos participantes en el certamen para compartir los triunfos junto a sus familiares, se vincularon a los Juegos Escolares Nacionales y en más de 1 067 comunidades y Consejos Populares desarrollaron actividades deportivas.
Los futuros instructores de arte se unieron a los ya graduados para crear 169 brigadas artísticas que entre versos, pinceles, melodías o representaciones teatrales repartieron espiritualidad y alegría este verano.
Alumnos de los Politécnicos de Informática, conjuntamente con los instructores de los Joven Club de Computación, impartieron cursos de esa especialidad, trabajaron en el procesamiento de información y en las labores constructivas de sus centros.
También fueron variadas las labores de los 124 832 estudiantes de la enseñanza superior que en los meses de julio y agosto integraron las Brigadas Universitarias de Trabajo Social (BUTS). Ellos contribuyeron al ahorro de combustible, a distribuir equipos electrodomésticos, visitaron los hogares de pensionados, niños discapacitados y de quienes se inician en carreras pedagógicas para dialogar sobre sus motivaciones y compromiso social.
Significativa fue la participación de los 1 850 estudiantes de Derecho, integrantes del Contingente Julio Antonio Mella, los cuales contribuyeron en el cumplimiento de la ética profesional. Al decir de Roberto Díaz Sotolongo, ministro de Justicia, ayudaron a conocer los entuertos que surgen en la base de algunas de estas instituciones, los problemas subjetivos que afectan a la población, y a descubrir que detrás de muchas carencias materiales está la falta de gestión de las administraciones.
Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos y Las Tunas recibieron la condición de vanguardia de la movilización, cuyo acto de clausura será en esta última provincia, el venidero septiembre.
Julio Martínez concluyó exhortando a los jóvenes a mantener el nivel de convocatoria alcanzado y enfocarlo a nuevas metas. «Iniciamos el curso escolar y los esfuerzos se concentran en el estudio, pero la disposición y apoyo a la Revolución se mantienen incondicionales».