Eduardo Martínez, Vice primer ministro de Cuba, intervino en la COP 30 en Amazonía de Brasil. Autor: @EmbaCubaBrasil/Twitter Publicado: 06/11/2025 | 04:39 pm
BELÉM, Brasil, noviembre 6.- Unos 50 líderes mundiales, junto a más de 60 000 participantes provenientes de 150 países, están presentes en esta ciudad brasileña, que este jueves abrió las puertas a un foro presidencial, preámbulo de la COP30.
El encuentro, que se extenderá hasta el 21 de noviembre y es considerado uno de los mayores desafíos logísticos y ambientales asumidos por Brasil en los últimos años, se desarrolla en una infraestructura de 250 mil metros cuadrados especialmente construida en el Parque de la Ciudad, en el corazón de la capital del norteño estado de Pará, explicó PL.
La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) cuenta con dos áreas principales: la Zona Azul, destinada a las negociaciones diplomáticas y plenarias oficiales, y la Verde, un espacio abierto a la participación de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, comunidades tradicionales y movimientos sociales.
Además, se realizará la Cumbre de los Pueblos, un evento paralelo que congregará a entre 20 mil y 30 mil representantes de más de 400 movimientos sociales, quienes debatirán sobre justicia climática, transición energética, derechos territoriales e inclusión comunitaria en la agenda global del clima.

Con esta edición, la COP regresa a Sudamérica en un momento decisivo para la diplomacia ambiental global.
Como anfitrión, Brasil califica al foro como de «la COP de implementación», es decir, para poner en práctica los compromisos logrados desde la firma del Acuerdo de París en 2015.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó hoy aquí un ambicioso fondo internacional destinado a proteger los bosques tropicales, entre ellos la Amazonia, con una meta inicial de 125 mil millones de dólares. Provenientes de gobiernos e inversores privados y bautizado Tropical Forests Forever Facility (TFFF), el instrumento financiero busca convertir la preservación de la selva en un activo económico, dijo Telesur.
Entre las prioridades del gigante sudamericano aparecen la mejora de la financiación climática, el impulso a los biocombustibles y el lanzamiento de un fondo para proteger los bosques.
El viceprimer ministro y jefe de la delegación cubana a la COP 30, Eduardo Martínez, contextualizó la crisis climática en un escenario global desfavorable, señalando que las causas originales de la crisis persisten, impulsadas por patrones de consumo poco sostenibles, al tiempo que denunció el bloqueo financiero de Estados Unidos contra la isla como el mayor obstáculo para su acción climática y para el propio desarrollo.
«El mayor desafío para implementar nuestras contribuciones nacionales es el bloqueo financiero del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, incluyendo acciones contra la voluntad de otros de cooperar con nuestro país», afirmó el representante cubano, recordando que esta política ha sido condenada de manera abrumadora por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A pesar del impedimento, Cuba reafirmó su adhesión al Acuerdo de París y a los procesos multilaterales, destacando la reciente presentación de su Informe de Transparencia y la actualización de su Contribución Nacional (NDC).
En esta misma línea, criticó el debilitamiento del sistema multilateral y la falta de apoyo internacional para que las naciones del Sur superen la pobreza y las desigualdades. En este sentido, Cuba condenó la ausencia de compromiso de países desarrollados, en particular la de Estados Unidos, y su incremento en el uso de armas y aviones, mientras los países menos emisores sufren las consecuencias del incumplimiento del Acuerdo de París.
La intervención de Martínez concluyó citando la histórica advertencia de Fidel Castro en la Cumbre de Río de 1992: «debemos poner fin a la avaricia, la seguridad y el engaño. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debíamos haber hecho hace mucho tiempo».
Entre las significativas intervenciones de este jueves estuvo la del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien abrió su intervención en la COP30 señalando lo que calificó como un «fracaso colectivo de la humanidad» frente a la crisis climática. Desde la selva amazónica, el mandatario denunció que tras casi tres décadas de cumbres internacionales «la codicia de los lobbies del petróleo, el carbón y el gas ha ido contra la vida».
Petro llamó a construir una economía descarbonizada global y denunció la ausencia de Estados Unidos en la cumbre climática. Propuso un gran acuerdo energético entre América Latina, África, Europa, China y el mundo árabe. Petro concluyó su discurso afirmando que América Latina no necesita «permiso» del Norte para salvar la vida, sino alianzas humanas y solidarias.
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