Querido Fidel:
Estamos completamente convencidos de su pronta y completa recuperación. Cuando le pedimos que se cuide, no lo hacemos solo por el profundo amor de hermanos que nos une, sino porque es el sentir de todos, por lo necesario de su presencia firme e inextinguible.
En esta obra eterna por el bien de nuestros pueblos y de la Humanidad, necesitamos el concurso de todos, de los mejores seres humanos, los más virtuosos, capaces, y Usted estará siempre en la primera fila.
Usted es para todos nosotros no solamente guía, ejemplo, sino virtud y máximo orgullo. No tengo la menor duda de que existimos hombres y mujeres preparados, listos y convencidos de sus mismos ideales, de sus propias convicciones, sueños y anhelos. Que no hay ni habrá imperio, enemigo, traidorzuelos ni cobardes que nos aparten ni un «tantico» de nuestras metas comunes en la vida, en la cual Usted nos educó e inspiró.
La Revolución Cubana es eterna y nada ni nadie nos detendrá. Con su guía, con la de Raúl y la de todos nuestros dignos líderes continuaremos avanzando y venceremos.
Deseamos ardientemente, hoy más que nunca, ser libres para estar a su lado y unidos vencer esta y toda contienda futura.
Celebraremos su cumpleaños este 13 de agosto, el 2 de diciembre y todos los futuros aniversarios que disfrutaremos juntos.
Todo el amor, toda la energía, toda la salud y la fuerza de los Cinco están con Usted.
Lo queremos mucho.
¡Feliz cumpleaños, querido Comandante!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!
Ramón Labañino Salazar
USP Beaumont, Texas
Agosto 2, 2006
09:06 a.m.