La tecla del duende
Increíble: diez años. Mañana se cumple una década de la partida física del Moro, a quien honramos desde la columna que eligió para la felicidad, el sentido de la vida y por su eterna vocación de pedagogía. Así como transcurre el tiempo, los lectores actuales pueden desconocer quién fue Ariel Expósito Seleme, ingeniero civil, matancero por adopción y cubano desde su orgullo por este archipiélago.
Pudiera haber sido un lector común, pero se distinguía por su andar, por su pronunciación de la erre, por su entusiasmo. Lo conocí en Guaracabulla el 1ro. de julio de 2007, el día en que cumplía 59 años y medio. Así lo mostró, carné en mano, como solía ser de contundente.
Se me hace un nudo en la garganta, hermano, y no puedo hablar más de ti. Pero tu vozarrón me hace reír y recordarte con alegría. Con aquella frase tuya para disciplinar al grupo: ¡Oye, hablen bajito, porque si no, grito!
Desde Sancti Spíritus reporta Arminda Madrigal, coordinadora de la tertulia yayabera, que se reunió iniciando el mes de septiembre. Eglis, Juan Carlos y Félix llegaron desde Cabaiguán, desafiando kilómetros y domingos. Esos amigos que llegan derrotando distancias generan más alegría y optimismo entre los asistentes, que disfrutaron el rencuentro tras la pausa vacacional. Unas horas antes de la gran fiesta por el comienzo de curso, las federadas festejaron su aniversario y se dispusieron rápidamente a iniciar esta nueva ronda de aprendizaje (y recapitulación de contenidos) que implica la llegada del noveno mes del año. El trío Miraflores amenizó la jornada con canciones espirituanas, de esas que ya son universales.
Mientras tanto, este sábado habrá cita santaclareña entre los ocurrentes que comanda Lillicsy. A partir de las tres de la tarde, la Galería de Arte reunirá a todos los que se extrañaron presencialmente, porque no han dejado de estar conectados por múltiples vías.
Reyter: A veces regresar es traicionar a todos, pero no a uno mismo. Donna
Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber. Albert Einstein