La tecla del duende
Arianna Carrazana, una joven y bella profesora de Filosofía, envía el siguiente texto. Sin filosofar en extenso, ahonda en la sensibilidad. Lean y me dicen...
Seguro les ha pasado que de repente ven algo en la calle, uno de esos sucesos intrascendentes, pero que captan nuestra atención y desearíamos haberlo disfrutado un poco más. En tales ocasiones quisiéramos que la vida fuera como un video al que podemos rebobinar y volver a ver lo que nos gustó o lo que nos perdimos. Otras veces decimos o hacemos cosas de las que nos arrepentimos o que nos damos cuenta, de manera tardía, de que hemos lastimado a alguien importante para nosotros. La mayoría de las veces tenemos la opción de disculparnos y obtener ese perdón que nos brinda la paz espiritual ansiada. Pero, ¿qué pasa cuando no tenemos el chance de pedir perdón? ¿Qué pasa si esa persona no está o el mal que hicimos es irreparable?
Tenemos que aprender a pensar lo que decimos y también cómo lo decimos antes de hacerlo. Tenemos que usar ese recurso que fuimos capaces de desarrollar por nosotros mismos tras mucho trabajo, la razón. Somos seres racionales, dotados de conciencia y no siempre lo aprovechamos. Pensar es un ejercicio que deberíamos practicar más seguido. La vida no es como un carrete, ni siquiera como un archivo digital que se le puede poner pausa, o adelantar y rebobinar a nuestro antojo. La vida solo avanza, le sigamos el paso o no, avanza inexorablemente. Conocer las leyes que rigen nuestra realidad puede no conducirnos a cambiarlas, pero al menos nos da la posibilidad de actuar en consecuencia.
Disfrutemos de la vida, incluso de esta convulsa, que la modernidad y la tecnología nos han regalado. Recordemos que más allá de nuestros audífonos, celulares, tablets y laptops, hay personas; seres humanos iguales y diferentes a nosotros mismos, que pudieran tener algo maravilloso que decirnos o enseñarnos, algo que, tal vez, no pueda ser enviado a nuestros dispositivos. Prueben a ver qué se siente al recibir un beso desde el teléfono y cuán diferente cuando esos labios rozan nuestra piel.
Conmovedora la tertulia de premiación. Los ganadores que no hayan logrado asistir, pueden pasar por el Centro de Información, Documentación y Análisis de JR (CIDA), de lunes a viernes, en horario laboral, para recoger sus premios. // Este sábado, a las 3:00 p.m., en la Casa de la Décima, peña en Las Tunas.
¿Qué amigo llevarás para regalar a otros amigos? ¿Cuánto nos sorprenderá mientras compartamos lo central de nuestras vidas en el centro del caimán? Descúbrelo el domingo 2 de julio, a las 11:00 a.m., en Guaracabulla, Placetas, Villa Clara.