La tecla del duende
Manos amigas lo hicieron llegar a Nancy. Ella, supersónica de fraternidad, lo ha recirculado. El obsequio de hoy vuelve sobre las eternas estaciones en las que a veces no nos detenemos...
¿Sabes? El tiempo tiene su manera especial de moverse y tomarte desprevenido. Parece solo ayer que era joven, recién casado y embarcándome en mi nueva vida con mi pareja. Sin embargo, también parece que fue hace mucho tiempo y ahora pienso, ¿adónde se fueron los años? Sé que los he vivido todos. Tengo visiones de cómo fue entonces y de todas mis esperanzas y sueños. Pero aquí está el invierno de mi vida y me toma de sorpresa. ¿Cómo llegué tan rápido? ¿Adónde se fue mi juventud? Recuerdo bien haber visto gente mayor y pensaba que estaban muy lejos de mí y que ese invierno estaba tan, tan lejos que no me podía imaginar cómo sería.
Pero aquí está. Mis amigos están retirados y volviéndose «grises», se mueven más lentamente y ahora veo en ellos una persona mayor. Algunos están en mejor forma, otros peor que yo, pero veo el gran cambio. No como los que recuerdo jóvenes y vibrantes, sino como yo... ahora somos aquellas personas mayores que solía ver y nunca pensé que sería.
Ahora cada día encuentro que solo tomar una ducha es uno de los acontecimientos de la jornada. Y que tomar una siesta ya no es agradable como solía: es algo ¡obligatorio! Porque si no lo hago por mi propia voluntad, simplemente me quedo dormido donde esté sentado.
Así que entro en esta nueva etapa sin preparación alguna para los dolores y achaques... Por lo menos sé que, aunque el invierno ha llegado y no estoy seguro de cuánto va a durar, cuando se acabe en esta tierra, se acabó. Otra aventura empezará...
Sí, tengo arrepentimientos. Hay cosas que hubiese querido no haber hecho y otras que debí hacer, pero hay muchas que hice de las que estoy contento... Si todavía no estás en tu invierno, permíteme recordarte que llegará mucho más rápido de lo que piensas. Por tanto, cualquier cosa que quieras lograr, por favor, hazla rápidamente... No tienes la promesa de que verás todas las estaciones, así que vive por el hoy y haz que tus seres queridos te recuerden con esperanza, que te aprecien y amen por lo que has hecho por ellos.
La vida es un regalo que se te ha dado. La forma en que la vives, es un regalo para los que vienen después.
En Holguín, La Tecla sigue desbordando la Casa de la Prensa. En el último encuentro, con las invitadas especiales Lupe Isabel Fernández, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en la provincia y la doctora Carmen Rosa Benítez, destacada pedagoga universitaria.// Y en Matanzas, los tecleros se aprestan a seguir las huellas de El Moro. Aylín, Chucho y su tropa de fieles del afecto no dejarán que se apague el abrazo mensual en el Palacio de Junco...
S: Para ti un anillo y mi vida. ¿Te casas conmigo? R.