La tecla del duende
Un hombre auténtico se ha ido. Y en el olimpo de los irrepetibles dicen que ya entona una llanera. Un ser con ese extraño don de los carismáticos, de los sensibles, ha trascendido la puerta del misterio para repartirse en la certeza de las convicciones. No hay mística mejor que una sonrisa a tiempo, que un toque genuino en el hombro derruido. Allí andará...
Llevo tu luz y tu aroma en mi piel/ y el cuatro en mi corazón/ llevo en mi sangre la espuma del mar/ y tu horizonte en mis ojos./ No envidio el vuelo ni el nido al turpial/ soy como el viento en la mies/ siento al caribe como a una mujer/ soy así qué voy a hacer...
Soy desierto, selva, nieve y volcán/ y al andar dejo mi estela/ el rumor del llano en una canción/ que me desvela./ La mujer que quiero tiene que ser/ corazón, fuego y espuela/ con la piel tostada como una flor/ de Venezuela...
Con tu paisaje y mis sueños me iré/ por esos mundos de Dios/ y tus recuerdos al atardecer/ me harán más corto el camino./ Entre tus playas quedó mi niñez/ tendida al viento y al sol/ y esa nostalgia que sube a mi voz/ sin querer se hizo canción...
De los montes quiero la inmensidad/ y del río la acuarela/ y de ti los hijos que sembrarán/ nuevas estrellas./ Y si un día tengo que naufragar/ y el tifón rompe mis velas/ enterrad mi cuerpo cerca del mar/ en Venezuela... (Atribuida a Pablo Herrero y José Luis Armentero)
Se acaba el pan del alma; compañero,/ el pan mejor del mundo peregrino;/ me dicen los amigos del molino/ Que acaba de morir el molinero.
Enrique, el grande, ha muerto; el campesino/ que lo quiso llorar, dijo al obrero:/ —No hay que llorar la muerte de un viajero,/ hay que llorar la muerte de un camino.
Y de su altar, con voz ausente,/ el águila que ahoga a la serpiente/ nos dijo: —Éramos dos para lo bello,/ pero el mal tiempo le aflojó su mano/ y junto al cisne de torcido cuello/ como dormido se quedó mi hermano… (Andrés Eloy Blanco)
Este sábado, en la Casa de la Prensa de Pinar del Río (calle Maceo No. 21, esquina a Ormani Arenado) tendremos nuestro encuentro teclero. Periodistas destacados de la provincia contarán sus historias en este que García Márquez calificara como «el mejor oficio del mundo».// Y el domingo 17, a las 10:00 a.m. en el Museo Palacio de Junco, los matanceros comentarán la huella de un buen libro.
Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto. Simón Bolívar