Los que soñamos por la oreja
Confieso que la reciente unión entre el violinista francés Jean Luc Ponty y el vocalista británico Jon Anderson para formar lo que se ha dado en llamar Anderson Ponty Band, resultó una total sorpresa para mí. Nunca imaginé que estos dos monstruos de la música facturada a escala internacional durante las últimas décadas del pasado siglo y lo que va de la actual centuria tuvieran que ver. Sin embargo, hoy se sabe que la idea de la unión no es nueva, sino que ya en el decenio de los 80 se había hablado acerca de una posible colaboración entre ambas figuras.
Sucede que si bien tanto en el rock sinfónico, del que proviene Anderson, como en el jazz rock, ámbito en el que se ha movido Ponty, la improvisación instrumental desempeña rol protagónico, las intenciones, texturas y colores de estas maneras de asumir la creación musical transitan por caminos diferentes. Sin embargo, un disco como Better Late Than Never, el reciente lanzamiento de la Anderson Ponty Band, pareciera que viene a demostrar lo contrario
El primer rasgo del material que me llama la atención es el hecho de que los temas aquí recogidos, en su mayoría han sido grabados en vivo y luego trabajados en el estudio, para intervenir las piezas técnicamente en sus estructuras. Este es un procedimiento que fuese muy empleado por el guitarrista Frank Zappa, del que Jean Luc fuese colaborador en determinada etapa. El resultado es una grabación que suena impecable.
Un segundo elemento del fonograma que sobresale es que para el mismo, en lo fundamental se ha echado mano a repertorio ya conocido, es decir, temas que Jon Anderson ha interpretado durante su estancia en las filas del grupo Yes, o piezas que pertenecen a lo llevado a cabo por Jean Luc Ponty al frente de su ensemble. Solo aparecen en el CD un par de estrenos, los cortes titulados Renaissance of the Sun y New New World. He ahí lo único que no apruebo del CD, que en mi opinión debió contar con más cantidad de material original.
Con un total de 14 temas, el álbum abre con Band Intro, suerte de declaración sonora de los objetivos que guiarán al colectivo de ahí en adelante. Toca entonces el turno a One in the Rhythm of Hope, muy apropiado para evidenciar qe Jon Anderson, a pesar de sus años, continúa siendo un vocalista notable, dueño de una manera de cantar muy singular.
A for Aria es en mi criterio uno de los instantes cumbres de la grabación, en virtud de la emotividad que nos transmite.Otra versión que resulta harto llamativa es la realizada en torno a ese popular tema del repertorio de Yes que es Owner of a Lonely Heart, perteneciente al disco 90125. Ahora, el violín de Jean Luc Ponty sustituye el memorable trabajo de guitarra que en su momento hiciera Trevor Rabin para esta pieza.
Otros cortes recogidos en el álbum son Listening with Me, Infinite Mirage, Soul Eternal, Wonderous Stories, And You and I, ese clásico que es Roundabout, I See You Messenger y Time and a Word, el único track que no me logra convencer pues al llevarlo a tiempo de reggae, pierde buena dosis del sentimiento que prevalece en el original.
Entre mis favoritos de toda la grabación, yo mencionaría Infinite Mirage, corte reescrito a partir de incorporar la melodía de un viejo clásico de Jean Luc llamado Mirage, y Roundabout, donde los otros integrantes de la banda, es decir, el guitarrista Jamie Glaser, Wally Minko en los teclados, el bajista Baron Browne y Rayford Griffin a la batería tienen en conjunto el mejor desempeño.
Publicado por el sello discográfico Ear Music, Better Late Than Never, de la Anderson Ponty Band, es un fonograma de esos que tras su escucha nos deja un buen sabor de boca y la interrogante acerca de si el proyecto tendrá o no continuidad. Ojalá que sí y que todo no sea una simple operación de mercadotecnia.