Los que soñamos por la oreja
Entre los muchos conciertos a los que he asistido a lo largo de mi vida, uno que recuerdo especialmente fue el protagonizado por Al Di Meola, en el ya lejano 1993. Por aquellos días yo estaba de visita en la zona oriental de Berlín, la otrora capital de la República Democrática Alemana, y cuando supe que Meola tenía programada una presentación acompañado por su banda, de inmediato pensé que no me podía perder la función. Gracias a la institución que me había invitado como conferencista, el sueño de escuchar en vivo a uno de mis guitarristas favoritos pudo hacerse realidad.
En el 2014 Al Di Meola cumple 60 años de edad y en cada nuevo trabajo fonográfico suyo que llega a mis manos lo descubro tan original y vital como en sus primeros discos del decenio de los 70. Su más reciente CD, o al menos lo último de él que yo he escuchado, se titula All your life: A tribute to The Beatles recorded at Abbey Road Studios, London (2013), una maravilla sacada al mercado bajo el sello Veliene.
La idea de recrear una parte del repertorio de The Beatles había sido un proyecto largamente anhelado por Di Meola y se suma a la enorme lista de tributos editados para homenajear al cuarteto de Liverpool. En uno que otro texto de esta columna he hablado de las diferentes tendencias que existen a la hora de hacer una versión o, como también se conoce, un cover. Aunque el asunto resulta mucho más complejo, en esencia pudiera decirse que hay dos grandes variantes: los que apuestan por reproducir lo más fiel posible el original y los que se decantan por la deconstrucción de la melodía previa.
Al Di Meola, guitarrista que tras alrededor de 40 años sobre los escenarios está de vuelta de casi todo en materia de música, pues ha pasado por los terrenos del jazz, del rock, del flamenco y de la world music, no iba a perder la oportunidad de acercarse a las composiciones de The Beatles y no impregnarles su personal estilo interpretativo. Por ello, este disco hay que verlo como una reflexión, desde la más fina sensibilidad, acerca de cómo John, Paul, George y Ringo han acompañado la vida entera de tantas personas. De ahí que en ocasiones los arreglos transformen lo ya conocido y que por momentos torne en algo nuevo determinadas líneas melódicas.
Así, en el álbum encontramos elementos de pop, jazz, flamenco y world music, tocados con la mayor variedad de fraseos, recursos y técnicas de la guitarra acústica, pues aquí Di Meola renuncia al empleo del instrumento eléctrico, del que como ejecutante sigue siendo uno de los patrones internacionales a estudiar. Ahora, sin que se pierda nada de virtuosismo, deja un poco a un lado la velocidad escalofriante de sus escalas y se recrea más en el hecho interpretativo a lo largo de los 14 temas que conforman el CD.
A propósito del repertorio beatleriano seleccionado para el disco, en él aparecen piezas de las que fueron grandes éxitos para el grupo británico, así como otras que no llegaron a registrar tal categoría. Eso es algo que particularmente pienso hay que agradecer, porque no pocos de estos tributos a The Beatles se reiteran en las composiciones elegidas. Otra peculiaridad es que Di Meola solo utiliza como músico invitado en toda la grabación, y en momentos muy precisos, los servicios del percusionista Hernán Romero, quien también figura como copro ductor del fonograma, por lo que Al y su guitarra acústica son los grandes protagonistas del álbum.
Tengo que confesar que como producción, disfruto tanto de All your life: A tribute to The Beatles recorded at Abbey Road Studios, London, que no puedo recomendar especialmente la audición de un corte sobre otro. El sonido aflamencado predominante en la grabación me hace evocar las extraordinarias colaboraciones de Al Di Meola con Paco de Lucía y John McLaughlin. Así, escuchamos de cuando en vez determinados acompañamientos de percusión en la propia caja de la guitarra, donde notas y ritmos están en función de un propósito específico.
En resumen, la apuesta por deconstruir, adaptar y modificar los temas de The Beatles al estilo guitarrístico recogido en el disco aquí comentado, me parece una clase magistral. A lo mejor, algunos que escuchen esta propuesta la podrían valorar como un atentado al legado de la banda británica, opinión que no es la mía. Por el contrario, yo creo que esto es un ejemplo de saber dialogar con The Beatles a partir de la historia personal de un artista genial como Al Di Meola.