Los que soñamos por la oreja
Lamentablemente, dadas las insuficiencias que en la actualidad prevalecen en la crítica y la promoción artístico-literaria entre nosotros, creadores que han alcanzado notables resultados en el ámbito internacional son casi desconocidos en nuestro ámbito. Ese es el caso de María de las Nieves Morales, destacadísima poetisa laureada en numerosos certámenes en el extranjero, así como en el territorio nacional. Su vocación por la declamación y la narración oral, junto al amor, la llevaron a conformar hace años con el trovador tunero Leonel Pérez el dueto denominado Ad Libitum, un proyecto atípico en el contexto local, si bien en el pasado hay referentes similares que no pueden obviarse.
En 2013 ellos arribaron a su 15 aniversario como formación artística y a manera de colofón por dicha celebración presentaron su primer disco oficial, el álbum titulado A través del espejo, grabado en 2010 con el sello Presto, de Producciones Abdala, pero que por razones no imputables a María de las Nieves y a Leonel tardó demasiado tiempo en salir al mercado, algo que ya no va siendo una excepción en nuestra producción fonográfica.
Contentivo de 12 cortes, la ópera prima de Ad Libitum ofrece testimonio de un modo de hacer en el que la tradición trovadoresca cubana se une a la dramatización de textos poéticos, que pueden ser escritos por la propia pareja o pertenecer a otros autores. Antecedentes de este estilo de trabajo se dan en la Nueva Trova con la labor llevada a cabo en la década de los 70 de la anterior centuria por Mike Porcel junto a los actores José Antonio Rodríguez y Carlos Ruiz de la Tejera, figura esta que luego hiciera algo semejante con el cantautor Jesús del Valle. Ahora bien, quienes más lejos llegaron en esa línea fueron los miembros de Teatrova, recordado proyecto llevado a cabo por Augusto Blanca y los hermanos María Eugenia y David García.
De uno u otro modo, María de las Nieves Morales y Leonel Pérez son continuadores de la línea artística antes aludida. Ello se percibe al escuchar un disco como A través del espejo, que ha tenido en la figura de Pepe Ordás a un muy eficiente productor. Él supo captar la esencia de la propuesta de Ad Libitum y arropar los temas del dúo con orquestaciones funcionales, que contribuyen a resaltar las intenciones del dueto en cada pieza recogida en el disco.
Me parece importante destacar lo llevado a cabo por Pepe Ordás, porque él debió trabajar los arreglos orquestales de cada tema sin la presencia de María de las Nieves y Leonel, que por motivos de un viaje a Venezuela —donde permanecieron un año— solo habían podido grabar a guitarra y voz las piezas que incluiría el fonograma, con lo cual el proceso que generalmente se sigue para la realización de un CD fue invertido en su orden. Pese a semejante dificultad, Pepe logró encontrar el modo para identificarse con esas piezas, escribir las orquestaciones y hasta hacer programaciones de algunos instrumentos sin que se aprecien fisuras en dicha labor.
Con una poética que pone énfasis en la espiritualidad del ser humano y que, por tanto, asume la realidad desde el más profundo lirismo, entre los 12 cortes del disco aparecen temas muy conocidos por los seguidores de las presentaciones del dúo. De tal modo, podemos disfrutar en versiones renovadas de títulos como Canción de marzo y Ciudad marcada, aquí con la intervención de Vicente Feliú, quien nos sorprende al asumir la interpretación de una pieza en un aire bien diferente al repertorio al que el compositor de Créeme nos tiene acostumbrados.
No quiero pasar por alto la hermosa nota de presentación que tiene el CD, escrita por el trovador Augusto Blanca, quien aporta con sobrada distinción el perfil promocional que debe poseer en su empaque todo material fonográfico puesto en el mercado. Aunque mucho me temo que este álbum apenas sonará en la radio cubana, a tono con lo que por nuestros días se programa con mayor asiduidad, María de las Nieves y Leonel Pérez pueden sentirse felices con su álbum debut, pues el mismo transmite con absoluta fidelidad lo que ellos como dúo vienen haciendo desde julio de 1998, cuando iniciaron su apuesta en común por el arte juglaresco.