Los que soñamos por la oreja
Trova o rock de bajo costo es lo que hago/que algún día leyes de mercado/intentarán matar sin resultado aparente./ No le temo a quedar olvidado/ en el viaje a la deriva del pasado/ aunque mis lunas anden en estado decreciente.
Dime que no estoy solo/ hundido hasta los codos/ nadando a donde todo irá/ a parar de cualquier modo.
Dime que somos todos/ que vamos contra todo/ cantándonos de modo/ que no nos trague el lodo.
Quien así se expresa en la canción titulada Mi trova es el cantautor Pedro Beritán, un granmense afincado desde hace años en la capital cubana y licenciado en Alimento por la Universidad de La Habana, pero que al propio tiempo de ser estudiante en el pasado reciente y en la actualidad un profesional en el mundo de la cocina del circuito hotelero, ha llevado adelante su quehacer como hacedor de composiciones musicales, que van desde lo lúdico hasta lo reflexivo.
Asociado de inicio al proyecto que se denominó La séptima cuerda y del cual surgieran para la cancionística nacional nombres como los de Adrián Berazaín, Mauricio Figueiral y Juan Carlos Suárez, desde aquellos lejanos días y hasta la actualidad, ha sido muy grato para mí comprobar que Pedro Beritán, a diferencia de la tendencia predominante entre sus mayores, nunca ha tenido prejuicios para interpretar versiones de composiciones de otros cantautores, tanto cubanos como foráneos.
Los primeros temas que recuerdo de Pedrito (como solemos llamarle en el ambiente trovadoresco) fueron S.O.S., Mis venas e Invocación. Personalmente tuve la oportunidad de ser miembro del jurado que en una de las emisiones del festival Longina, en Santa Clara, le otorgó a Beritán la condición de Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz.
De entonces a acá ha llovido mucho y en la más reciente edición del premio Cubadisco, el primer fonograma grabado a nombre de este cantautor, el CD titulado Instantáneas, estuvo entre los nominados en la categoría de trova. Registrado a propósito de un concierto de los pertenecientes al ciclo Verdadero complot, un desaparecido proyecto auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz, la ópera prima de Pedro Beritán posee 12 piezas, representativas de los diferentes modos en que el creador asume la canción.
Así encontramos temas muy en sintonía con las raíces tradicionales de la música cubana, como son los casos de Instantáneas de La Habana, Planes para el 34 de octiembre, el ya aludido Mis venas y Juro que no es casual, que aparece en el álbum en la condición de bonus track.
De igual modo, no faltan en el fonograma cortes de orientación cercana a los aires internacionales de lo que en el universo académico se reconoce como música popular urbana, con énfasis en componentes del pop y del rock, como acontece en S.O.S., Primera espera, Mi trova, Segunda espera y Frida en mi pensamiento, composición que fuera galardonada en un concurso auspiciado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y que en esta grabación tiene el agregado de una muy hermosa coda a cargo de la vocalista Luna Manzanares.
Llama también la atención en el CD su resultado sonoro, sobre todo si se piensa en el hecho de las condiciones con las que se registró, en una función llevada a cabo en la sala teatro del Centro Hispanoamericano de Cultura. Semejante logro mucho le debe al quehacer de Samuel Águila, quien fue el encargado de mezclar y masterizar la grabación en su estudio casero Producciones en el GAO.
Disco que afortunadamente ha contado con la dicha de haber sido bastante bien promovido en la radio cubana, es un álbum que pone de manifiesto las potencialidades de Pedro Beritán como cantautor. Creador aventajado entre sus contemporáneos de generación, es una lástima que por sus ocupaciones en el desempeño de la profesión que estudió, apenas el tiempo le alcance para organizar conciertos y que por tanto, los que gustamos de disfrutar de su obra en directo, solo tengamos que conformarnos con oírlo en alguna de las peñas de las que habitualmente se celebran en La Habana.