Los que soñamos por la oreja
Uno de los fenómenos asociados a la historia del rock y del metal en Cuba ha sido, desde hace mucho tiempo, la existencia de bandas no solo en La Habana y las capitales provinciales, sino que en múltiples pueblos del país, nos topamos con cultores de estos géneros. Cárdenas no resulta la excepción de la regla y de allí proviene Rice and Beans, una de las agrupaciones de mayor interés en la actual escena metalera cubana, y que fuera fundada el 30 de enero de 1998.
Desde el surgimiento de este quinteto allá por los finales de la década de los 90, y que ha tenido su alineación más estable en las figuras del bajista Dennys Perdomo Rouco, Frank Batista Rodríguez como vocalista, Rodim «el Chino» Delgado Au a la batería y los guitarristas Jorge Enrique Montero y Lázaro Ignacio Moreno Echemendía (sustituto de Jaime Borrego Santana), el ensemble abrazó como lenguaje de expresión el metal, pero con muchas influencias de lo que vendría a ser una sonoridad post grunge, con lo cual se diferenciaban de la mayoría de sus colegas en la Isla y que ya desde entonces practicaban tendencias vinculadas al metal extremo.
En el 2003, Rice and Beans edita el demo A child again. Con dicha producción independiente, contentiva de seis temas y que concursase en la categoría de Rock Ligero, el ensemble cardenense resulta premiado en el 2004 durante la edición correspondiente del certamen para grupos auspiciado por el programa televisivo Cuerda Viva. El mismo galardón vuelven a obtenerlo en el 2008, esta vez con la maqueta denominada Vegetational Protein.
Como espacio de la televisión cubana, Cuerda Viva tiene el mérito de haber propiciado la grabación con la EGREM del material de algunos de los proyectos laureados en el certamen competitivo de dicho programa. Tal fue el caso de lo sucedido con los integrantes del ensemble original de Cárdenas, banda que algunos catalogan como cultora del llamado nu metal, clasificación con la que no estoy de acuerdo pues la propuesta de la agrupación encabezada por el baterista Rodim «el Chino» Delgado Au es mucho más abarcadora. Téngase en cuenta que, además de sus temas propios, el quinteto tiene montado un repertorio dentro de lo que se conoce como cover y otro de versiones a piezas de origen trovadoresco y que el grupo adapta a los aires del metal.
Ya refiriéndome a su debut fonográfico, puedo afirmar que la audición íntegra del álbum The need to see permite corroborar que Rice and Beans, como agrupación metalera, tiene claro lo que quiere. Desde que uno escucha el corte que inicia el CD, la pieza denominada Arsenic Compoud, encontraremos una sucesión de temas con poderosos riffs por parte de la mancuerna de guitarras y una equilibrada alternancia entre pasajes cantados con la muy popular voz gutural del metal extremo y otros donde la melodía se hace reina y señora de la propuesta. Creo que aquí radica justo el mayor mérito del repertorio de Rice and Beans, es decir, saber combinar una sonoridad que por momentos puede resultar agresiva en términos musicales, con pasajes muy melodiosos y de singular belleza.
Entre mis cortes favoritos del fonograma, producido por el guitarrista Dagoberto Pedraja, yo mencionaría A Little Black Thing Called Pain (flashing), Min Oponer, Mystery Ministry y su ya clásico Kuva, una de las piezas que los fans corean con mayor fervor durante las presentaciones en directo de la banda.
Si tuviese que señalarle un aspecto negativo a The need to see, aludiría a la mezcla del material, que no es la más apropiada. Ello obedece en gran medida al apuro con el que el disco fue realizado, dado el escaso tiempo de que se disponía para llevar a cabo la grabación, mezcla y masterización, y que a la postre conspiraron contra el resultado final del producto.
Pese a la anterior limitante, pienso que este álbum es uno de los de mayor interés entre los registrados en la escena metalera cubana de comienzos del siglo XXI. Ya Rice and Beans tiene listo un nuevo material, hecho de forma independiente y en el que dan continuidad a lo llevado a cabo en su ópera prima. Pero esa, amigo lector, es una historia para otra ocasión.